El Parlamento británico ha dado luz verde este martes a la técnica que utiliza el ADN de tres personas en la reproducción asistida, a fin de evitar la transmisión de enfermedades genéticas. Los diputados han aprobado esta técnica, denominada donación mitocondrial, en la Cámara de los Comunes por una amplia mayoría de 382 votos a favor frente a 128 en contra.
Si la legislación, que pasará ahora a la Cámara de los Lores, prospera, el Reino Unido se convertirá en el primer país del mundo que legaliza la reproducción asistida con genes de tres personas.
El método tiene como fin evitar la transmisión de enfermedades genéticas incurables. La técnica ha sido debatida esta tarde y los diputados, que contaban con libertad de voto, han decidido incluirla en la Ley de Embriología y Fertilización Humana de 2008. La medida podría ayudar a numerosas parejas que han perdido bebés a causa de enfermedades como las mitocondriales. Aunque el Gobierno de coalición -formado por conservadores y liberaldemócratas- apoya el procedimiento, los diputados no estaban obligados a votar en virtud de la línea de su partido, por tratarse de un tema muy sensible, según Efe.
El Gobierno de coalición, que apoya el procedimiento, no obligará a sus diputados a votar en virtud de la línea de su partido, por tratarse de un tema muy sensible
El procedimiento, que ha sido desarrollado por investigadores de Newcastle (en el noreste de Inglaterra), utiliza una versión modificada de la fertilización in vitro para reunir material genético de los dos padres más el de una tercera persona. La técnica está pensada para casos como las enfermedades mitocondriales, que son resultado del fracaso en el funcionamiento de las mitocondrias. Éstas son partes constitutivas de las células del organismo, cuya función es la de generar la energía necesaria para mantener la vida y correcta función de los órganos.
Estos problemas, que pasan de madre a hijo, pueden producir daños cerebrales, pérdida de masa muscular, fallo cardíaco y ceguera. Los medios británicos han destacado este martes que esta técnica podría ayudar a madres como la británica Sharon Bernardi, que perdió siete niños por enfermedades mitocondriales.
Los bebés que nazcan gracias a esta técnica tendrían un 0,1% del ADN de una segunda "madre" y el cambio genético establecido en el procedimiento sería permanente ya que pasaría a sus descendientes.
Miembros de la Iglesia de Inglaterra se han manifestado en contra pues consideran que aún no es una técnica segura ni ética. El profesor Ted Morrow, de la Universidad inglesa de Surrey, ha admitido que aún hay incertidumbre sobre este avance genético, afirma tener "alguna preocupación sobre su seguridad".
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