La Unión Europea (UE) se encuentra en una situación "increíblemente precaria" ante la potencial amenaza rusa de un corte total del suministro de gas de cara al próximo invierno, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que ha instado a los Veintisiete a impulsar el almacenamiento de gas mediante la reducción de la demanda de empresas y hogares, aumentando temporalmente el recurso al carbón y el petróleo en la generación de electricidad, además de la energía nuclear.
La AIE ha urgido este lunes a los europeos a reducir ya el consumo de gas para poder pasar el invierno porque las medidas tomadas hasta ahora son insuficientes, incluso si Rusia restablece este verano el suministro por el gasoducto Nord Stream 1, lo que no está asegurado.
"Hemos visto algunos avances, particularmente en términos de diversificación del suministro de gas, pero no lo suficiente, especialmente en el lado de la demanda, para evitar que Europa se encuentre hoy en una situación increíblemente precaria", ha señalado el director ejecutivo de la AIE, el turco Fatih Birol, para quien los últimos movimientos de Rusia para reducir aún más los flujos de gas natural a Europa son una alerta roja para la UE.
"A medida que nos acercamos al próximo invierno, tenemos una idea más clara de lo que Rusia puede hacer a continuación. Los próximos meses serán críticos", ha advertido. En este sentido, el director de la AIE ha subrayado que si Rusia mantiene cierto nivel de suministro durante el verano aún es posible lograr el nivel de almacenamiento del 90%, aunque Europa debe actuar de inmediato y en primer lugar debe reducir su consumo actual de gas y almacenar el gas ahorrado.
Según un nuevo análisis de la AIE, el gas adicional que debe ahorrarse en los próximos tres meses es del orden de 12.000 millones de metros cúbicos, suficiente para llenar unos 130 buques cisterna de GNL.
En este contexto, Birol ha propuesto la introducción de plataformas de subastas para incentivar a los usuarios de gas industrial de la UE a reducir la demanda, así como minimizar el uso de gas en el sector eléctrico mediante un aumento temporal de la generación a base de carbón y petróleo mientras se acelera el despliegue de fuentes bajas en carbono, incluida la energía nuclear donde sea políticamente aceptable y técnicamente factible.
Asimismo, el director de la AIE ha propuesto mejorar la coordinación entre los operadores de gas y electricidad en toda Europa, incluidos los mecanismos de reducción de picos, para ayudar a reducir el impacto de un menor uso de gas en los sistemas de energía, además de reducir la demanda de electricidad de los hogares mediante el establecimiento de estándares y controles de refrigeración.
"Los edificios gubernamentales y públicos deberían tomar la iniciativa en esto para dar ejemplo, mientras que las campañas deberían fomentar cambios de comportamiento entre los consumidores", ha planteado.
Por último, el turco ha pedido armonizar la planificación de emergencias en toda la UE a nivel nacional y europeo, lo que debería cubrir medidas para la reducción del suministro y mecanismos de solidaridad, ya que, para superar la crisis actual, "la UE necesita una acción unificada".
"Si este tipo de medidas no se implementan ahora, Europa estará en una posición extremadamente vulnerable y bien podría enfrentarse a recortes y restricciones mucho más drásticos en el futuro", ha alertado.
Sin embargo, Birol ha advertido de que sería imprudente excluir la posibilidad de que Rusia decida renunciar a los ingresos que obtiene de la exportación de gas a Europa para ganar influencia política, después de haber capitalizado ya la actual crisis energética para generar enormes cantidades de dinero extra, puesto que, desde el comienzo de la invasión de Ucrania, ha duplicado el dinero recaudado por la exportación de petróleo y gas a Europa en comparación con el promedio de los últimos años, hasta 95.000 millones de dólares (94.165 millones de euros).
"Si Rusia decide cortar por completo el suministro de gas antes de que Europa pueda aumentar sus niveles de almacenamiento hasta el 90%, la situación será aún más grave y desafiante", ha reconocido, advirtiendo del riesgo potencial que resultaría de una respuesta inconexa y desestabilizadora.
"Hoy, Europa debe hacer todo lo posible para reducir el riesgo de una gran escasez y racionamiento de gas, especialmente durante el próximo invierno", ha subrayado a la espera de conocer esta semana las medidas de la Comisión Europea.
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