Sólo un 13% de los alemanes tiene previsto pasar sus vacaciones de verano en otro país europeo, frente al 30% que se plantea viajar a un destino turístico dentro del territorio nacional, según una encuesta publicada este viernes por la cadena pública ZDF.
Un 37% de los encuestados afirma que este año renunciará a las vacaciones de verano, en medio de un clima de incertidumbre en el que las consecuencias económicas de la pandemia de la covid-19 y su impacto para las finanzas personales preocupan más que los riesgos sanitarios.
En torno al 60% de los encuestados está a favor de las medidas emprendidas por el Gobierno alemán para apoyar a empresas y familias, y un porcentaje similar está a favor de las ayudas financieras para los países más afectados por la pandemia, incluso si ello significa que Alemania realice aportaciones importantes.
En el plano político, la canciller Angela Merkel se mantiene como política más valorada y su partido, la Unión Democristiana (CDU), líder en intención de voto, aumenta un punto para situarse en el 39%, seguido de Los Verdes, a los que apoyarían en estos momentos un 19% de los votantes.
Retirada de la advertencia de viajar al extranjero
Está previsto que el próximo 15 de junio Alemania retire la advertencia global contra los viajes al extranjero, que se verá sustituida por recomendaciones diferenciadas por país que permitirán viajar a 31 destinos europeos (los estados miembros de la UE, Reino Unido, Islandia, Noruega, Suiza y Lichtenstein).
"Confío en que sea de nuevo posible viajar dentro de Europa bajo condiciones normalizadas antes del inicio de nuestra Presidencia de turno", afirmo el ministro alemán de Exteriores Heiko Maas en alusión al semestre en que Alemania ejercerá esa posición, a partir del 1 de julio.
Pero mientras que los grupos turísticos como TUI han hecho lo posible por convencer a los alemanes de que no es preciso renunciar a vacaciones en populares destinos mediterráneos como Mallorca, políticos como el primer ministro del "Land" de Baviera, el conservador Markus Söder, han hecho una llamada a la cautela.
"Es difícil imaginar que en el Ballermann se puedan mantener adecuadamente las reglas de higiene y de distancia", afirmó esta semana, en referencia a un local mallorquín muy popular entre los turistas alemanes.
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