La inmigración en Alemania está en aumento, en parte impulsada por la crisis económica que afecta especialmente a los países del sur de Europa, según el informe migratorio del Gobierno alemán para 2011 presentado hoy por la ministra adjunta para migraciones, Maria Böhmer. "Alemania es hoy un país de inmigración, y eso es bueno porque necesitamos especialistas", dijo Böhmer al presentar el informe.
En total, en 2011 el número de inmigrantes subió un 20 por ciento con respecto a 2010, hasta alcanzar las 960.000 personas. Aunque la inmigración ilegal también aumentó, la subida más fuerte fue la de inmigrantes procedentes de otros países de la Unión Europea, que sumaron el 62 % del total.
Los principales países de origen son Polonia, Rumanía y Bulgaria, pero también hubo un aumento fuerte de inmigrantes griegos y españoles, con un 84 y un 31 por ciento más que en 2010, respectivamente.
Los intentos de ingresar ilegalmente al país, que habían bajado en 2010, tuvieron en 2011 un aumento del 18,6 por ciento. En total, se registraron 21.000 ingresos ilegales y a 3.400 personas se les impidió entrar ilegalmente en Alemania al pasar los controles en las fronteras. Alemania, según Böhmer, sigue siendo una de las principales metas para los inmigrantes.
"La inmigración puede fortalecernos si logramos orientarla correctamente", dijo Böhmer. "Por ello no podemos repetir los errores de décadas pasadas y abandonar a los inmigrantes a su suerte", agregó.
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