Internacional

Tsipras culpa a España de querer llevar a Grecia a una 'rendición incondicional' ante la Unión Europea

En la primera reunión del Comité Central de Syriza tras el triunfo electoral. Tsipras aseguró que aún antes de empezar las negociaciones las "fuerzas conservadoras en Europa, en cooperación con el Gobierno de Samarás, nos habían tendido una trampa", con el fin de que la izquierda fracasara nada más asumir el gobierno.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha acusado este sábado a España y a Portugal de formar un "eje contra Atenas" que ha intentado "derribar su gobierno" y hacer fracasar las negociaciones con el Eurogrupo para tratar de reestructurar la deuda del país. "Nos encontramos con un eje de poderes, liderado por los gobiernos de España y Portugal quienes, por motivos políticos obvios, intentaron llevar al abismo las negociaciones enteras", ha declarado en un discurso ante el Comité Central de su partido, la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA).

"Su plan era, y es, desgastarnos, derribar nuestro Gobierno y llevarlo a una rendición incondicional antes de que nuestro trabajo comenzara a dar su fruto y antes de que el ejemplo de Grecia afectara a otros países, principalmente antes de las elecciones en España", ha asegurado. Además, con ello aludió a que el conservador Andonis Samarás había firmado una prórroga de tan solo dos meses del rescate para lograr que un Gobierno de Syriza fracasara. Según Tsipras, el objetivo era causar una crisis financiera y el colapso inmediato del Gobierno.

Tsipras insistió en que el plan de Samarás y el Partido Popular Europeo era el desgaste prematuro del Gobierno o su "rendición incondicional"

Lo que no habían previsto estas fuerzas, añadió, era que Syriza acabaría logrando casi la mayoría absoluta en las elecciones, que se iba a formar un Gobierno en tiempo récord y que iba a obtener semejante respaldo ciudadano en las negociaciones. El líder de Syriza sostuvo que el temor manifestado por Francia, China y Estados Unidos ante la inestabilidad política que podría haber generado una caída del nuevo Gobierno sirvió de ayuda para sacar adelante unas negociaciones.

Tsipras insistió en que el plan de Samarás y el Partido Popular Europeo era el desgaste prematuro del Gobierno o su "rendición incondicional". Todo esto, recalcó, debía ocurrir antes de que el trabajo del nuevo Gobierno pudiera comenzar a dar frutos, para evitar así que el "ejemplo griego afectara a las correlaciones en otros países, y sobre todo antes de las elecciones de noviembre en España".

"Intentaron empujarnos a hacer concesiones inaceptables, bajo la amenaza de la quiebra" para sembrar la decepción en la población y en las bases de Syriza, sostuvo. El objetivo final, remarcó, era el fracaso del Gobierno o al menos que se formara un Ejecutivo "de dudosa legitimidad moral y política", siguiendo el ejemplo del ejecutivo tecnócrata de Lukás Papadimos, que gobernó interinamente tras la dimisión del socialdemócrata Yórgos Papandreu en 2011.

España y Portugal protestan por las declaraciones de Tsipras

España y Portugal han enviado una Comunicación a la Presidencia de la CE y a la del Consejo Europeo en protesta contra las declaraciones efectuadas sobre el Eurogrupo por el primer ministro griego, Alexis Tsipras. Fuentes del Ejecutivo español anunciaron este sábado esta medida, después de que Alexis Tsipras defendiera en Atenas el compromiso alcanzado con el Eurogrupo, reunión en la que afirmó que las fuerzas conservadoras europeas "minaron" cada paso hacia un acuerdo para evitar que el ejemplo heleno creara escuela en España y Portugal.

Por su parte, fuentes del Ministerio de Economía dijeron este sábado que "el Gobierno español ha impulsado el acuerdo con Grecia desde la flexibilidad, la solidaridad y el respeto a las reglas que hemos mantenido siempre". "España valora de manera primordial la estabilidad del euro como un activo esencial para el bienestar de los ciudadanos, dentro de una comunidad de intereses y de respeto a los acuerdos que nos hemos dado entre todos", han afirmado.

En este contexto, el secretario de Estado para la Unión Europea, Íñigo Méndez de Vigo, ha respondido a Tsipras que los problemas de su país "no se resuelven con declaraciones, sino con reformas". Méndez de Vigo señaló en declaraciones a Efe que "España no es adversaria de nadie, sino al contrario: es solidaria con el pueblo griego como lo ha demostrado comprometiendo 26.000 millones de euros en un momento muy difícil para la economía de nuestro país en plena recesión". "Por lo tanto, lo que pedimos al nuevo Gobierno griego es responsabilidad, porque creemos que los problemas de Grecia no se resuelven con declaraciones, sino con reformas, y eso es lo que esperamos que haga" el nuevo Ejecutivo heleno, agregó. 

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