Internacional

Amnistía denuncia que las tácticas de combate ucranianas ponen en peligro a los civiles

La ONG sostiene que las fuerzas ucranianas ponen en peligro a la población civil al establecer bases militares en zonas residenciales

La organización Amnistía Internacional ha denunciado este jueves que las fuerzas ucranianas ponen en peligro a la población civil al establecer bases militares en zonas residenciales y lanzar ataques desde áreas habitadas por civiles.

En un comunicado divulgado este jueves, la ONG indica que estas violaciones no justifican en modo alguno los ataques indiscriminados de Rusia, que han causado la muerte de innumerables civiles.

"Las fuerzas ucranianas ponen a la población civil en situaciones de riesgo al establecer bases y operar sistemas de armas en zonas habitadas por civiles, incluso en escuelas y hospitales, para repeler la invasión rusa que comenzó en febrero", señala.

Estas tácticas violan el derecho internacional humanitario y ponen en peligro a la población civil, pues convierten bienes de carácter civil en objetivos militares, subraya la nota. Los ataques rusos resultantes en zonas pobladas han causado la muerte de civiles y destruido infraestructura civil.

"Hemos documentado un panorama en el que las fuerzas ucranianas ponen a la población civil en peligro y violan las leyes de la guerra cuando operan en zonas pobladas", ha señalado Agnès Callamard, secretaria general de la organización no gubernamental. "Estar en una posición defensiva no exime a las fuerzas armadas ucranianas de respetar el derecho internacional humanitario", ha añadido.

En otros emplazamientos concretos en los que Amnistía Internacional había concluido que Rusia había cometido crímenes de guerra, incluidas algunas zonas de la ciudad de Járkov, la organización no halló indicios de que hubiera fuerzas ucranianas ubicadas en las zonas civiles atacadas de manera ilegítima por el ejército ruso.

Entre abril y julio, un equipo de la organización pasó varias semanas investigando los ataques rusos en las regiones de Járkov, el Dombás y Mykolaiv, e inspeccionó lugares que habían sufrido ataques.

También entrevistó a sobrevivientes, testigos y familiares de víctimas de ataques, y llevó a cabo labores de detección a distancia y análisis de armas, indica el comunicado.

Durante estas investigaciones, el equipo encontró indicios de que las fuerzas ucranianas lanzaban ataques desde el interior de zonas residenciales habitadas y de que se habían establecido en edificios civiles de 19 ciudades y pueblos de las regiones citadas.

La organización dice que ha analizado imágenes satelitales para corroborar algunos de estos incidentes. La mayoría de las zonas residenciales donde se emplazaron los soldados estaban a varios kilómetros de las líneas de frente. Además, Amnistía Internacional ha señalado que había alternativas viables que no pondrían en peligro a la población civil, como bases militares o zonas boscosas en las proximidades, u otras estructuras alejadas de las zonas residenciales.

En los casos que ha podido documentar, la ONG no tiene conocimiento de que los militares ucranianos que se emplazaron en estructuras civiles en zonas residenciales hubieran pedido a la población civil que evacuase los edificios vecinos o la hubiese ayudado a evacuarlos. Según la organización, no se tomaron todas las precauciones posibles para proteger a la población civil. 

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