Una convención del Partido Socialdemócrata (SPD) dio este domingo vía libre a la cúpula para iniciar negociaciones con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel, y su ala bávara la Unión Cristianosocial (CSU), de cara a una posible coalición de gobierno. "De 229 delegados, 31 votaron en contra y hubo 2 abstenciones. El resto se pronunciaron a favor de iniciar negociaciones de coalición", dijo el presidente del SPD, Sigmar Gabriel, tras finalizar la convención.
Gabriel advirtió, sin embargo, que no se puede descartar que durante las negociaciones se encuentren diferencias tan grandes que no permitan compromisos y que no se llegue a un acuerdo de coalición. Las negociaciones pueden tardar un mes o más y, en que caso de que se llegue a un acuerdo de coalición, este tendrá que ser aprobado en una consulta a las bases del SPD en la que pueden participar 470.000 militantes.
"Creemos que los militantes tienen algo que decir a la hora de decidir si entramos o no a formar gobierno", dijo Gabriel para defender la consulta a las bases. Gabriel dijo que la meta es lograr formar gobierno antes de navidades pero agregó que esto no se puede asegurar. La decisión estuvo precedida de protestas de parte de las bases que se oponen a hacer una coalición con Merkel.
La CDU/CSU tuvo un claro triunfo electoral con el 41,5 por ciento de los votos pero perdió a su anterior socio de coalición, el Partido Liberal (FDP), y se quedó 5 escaños por debajo de la mayoría absoluta. La CDU buscó un nuevo aliado y, tras descartarse la posibilidad de negociar con Los Verdes, sólo quedó la opción de una gran coalición con el SPD, el segundo mayor partido en el parlamento.
La cúpula de la agrupación se había manifestado, antes de la convención, a favor de iniciar negociaciones con la CDU/CSU y había presentado un catálogo de exigencias que consideran irrenunciables a la hora de firmar un acuerdo de coalición. Entre ellas está la introducción de un salario mínimo interprofesional de 8,50 euros por hora.
La introducción de un salario mínimo interprofesional fue uno de los puntos clave del programa electoral socialdemócrata. "No me puedo imaginar un acuerdo de coalición sin la introducción del salario mínimo que aprueben las bases, aunque yo lo recomendase", dijo Gabriel. El aumento de la tasa impositiva máxima, otro de los puntos clave del programa, no aparece entre las exigencias irrenunciables.
El documento enumera también otras exigencias que deben plantearse a la CDU/CSU, como inversiones en educación e infraestructuras, mejorar las finanzas de los municipios y la introducción de un impuesto a las transacciones financieras.
En caso de que al término de las negociaciones se llegara a un acuerdo con la CDU/CSU, y que éste fuera aprobado por las bases del SPD, Alemania tendría la tercera gran coalición de la historia de postguerra. La primera tuvo lugar entre 1966 y 1969, precedida por el cristianodemócrata Kurt Georg Kiesinger como canciller y con el socialdemócrata Willy Brandt como ministro de Exteriores y vicecanciller.
Tras las elecciones generales de 1969, Kiesinger quiso continuar la coalición pero Brandt logró una alianza con el Partido Liberal (FDP) para convertirse en canciller. La segunda fue entre 2005 y 2009, con Merkel como canciller y con Frank-Walther Steinmeier como ministro de Exteriores y también vicecanciller en la parte final de la legislatura. La clara derrota electoral del SPD al final de esa última gran coalición fue uno de los factores que lo hizo dudar a la hora de negociar una reedición de esa alianza.
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