Las tensiones entre Grecia y Turquía no terminan de amainar y Ankara saca una baza más para presionar a Atenas. La Guardia Fronteriza griega ha detenido a lo largo del último día a cerca de 1.5000 inmigrantes en el río Maritsa, una frontera fluvial entre ambos países, según recoge la agencia Europa Press. Así lo ha confirmado el ministro de Protección Civil de Grecia, Takis Theodorikakos, quien ha acusado a Ankara de estar detrás de un "plan organizado" para que los migrantes ingresaran en territorio griego.
En declaraciones a la televisión griega Saki TV, el ministro ha denunciado que vehículos de las fuerzas de seguridad turcas han llevado en varios casos a los migrantes hasta orillas del río fronterizo. Estas acusaciones se dan mientras desde Ankara el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusa a Atenas de incitar a los migrantes a cruzar hacia Turquía. Grecia, sin embargo, acusa a su país vecino de invitar a los migrantes a regresar a Siria o cruzar a territorio griego.
Los ingresos ilegales a través del río Maritsa han aumentado en los últimos tiempos, lo que ha llevado a las autoridades griegas a cerrar casi por completo la frontera en el noreste del país.
Valla fronteriza
Atenas ha instalado una valla fronteriza de 35 kilómetros de largo y pretende ampliarla en más del doble, hasta los 80 kilómetros. Grecia se une así a Bulgaria, que también ha sellado gran parte de su frontera con Turquía.
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 10.000 personas han logrado entrar en Grecia por tierra o mar en lo que va de año.
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