El ataque con drones contra las dos de las principales refinerías de Arabia Saudí habría golpeado seriamente la capacidad petrolera del país árabe. Según fuentes citadas por la agencia Reuters y el diario The Wall Street Journal, el suministro de crudo se ha visto reducido en cinco millones de barriles diarios, casi la mitad de la producción del reino saudí, como consecuencia de los incendios desatados en ambas instalaciones.
El ataque, perpetrado la pasada madrugada contra las dos refinerías de la compañía estatal Aramco, ha sido reivindicado por los rebeldes houthies de Yemen, país sumido en una guerra civil en la que el principal aliado militar del Gobierno yemení es precisamente Arabia Saudí.
Sin embargo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha acusado en las últimas horas a Irán de estar detrás del atentado y ha asegurado no hay existen pruebas que permitan asegurar que el ataque fue lanzado desde Yemen.
El Gobierno saudí no ha reconocido públicamente la información publicada por Reuters y The Wall Street Journal. Por el contrario, sí ha asegurado que los incendios en las dos refinerías están completamente bajo control.
Una de las instalaciones atacadas se encuentra en Abqaiq, cerca de Damman, en la Provincia Oriental, mientras que la otra se encuentra en el yacimiento petrolero de Hijrat Jurais, según la cadena de televisión Al Arabiya.
Segundo ataque contra la petrolera saudí
De confirmarse, este sería el segundo ataque de envergadura de los rebeldes yemeníes en menos de un mes contra instalaciones de Aramco, al que las agencias crediticias Moody's y Fitch consideran la empresa con más ganancias del mundo, con un beneficio neto que estimaron en 111.100 millones de dólares en 2018.
Los ataques con drones a aeropuertos y objetivos militares y petroleros saudíes son comunes desde las filas rebeldes, y en las últimas semanas se han producido casi diariamente.
El conflicto yemení estalló a finales de 2014 cuando los rebeldes ocuparon Saná y otras provincias del país y expulsaron al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, hoy exiliado en Arabia Saudí.
Riad y sus aliados árabes intervienen militarmente en el conflicto desde marzo de 2015 para tratar de derrotar a los hutíes, apoyados por Irán, y restituir al dirigente exiliado.