La sucesión de escándalos para el candidato de la derecha francesa François Fillon no cesa. Después de ser imputado por malversación de fondos públicos y apropiación indebida por haber contratado de manera ficticia a su esposa y a sus hijos como asesores, ahora los jueces han ampliado la causa por haber recibido como regalo varios trajes de lujo de la casa parisiense Arnys.
Hijo de un notario conservador y de una historiadora de origen vasco, el candidato de Los Republicanos nació hace 63 años en una pequeña localidad del Loira donde recibió una educación católica en un colegio jesuita. Allí pasó por los grupos scout y después hizo sus pinitos como periodista -tres años de prácticas en la agencia France-Press-. Sin embargo, finalmente acabó dedicando toda su carrera a la política.
El candidato conservador comenzó a la sombra del diputado por Sarthe Joël Le Theule, que le fichó como ayudante parlamentario en 1976 gracias a la intermediación de su progenitor. Cuando Le Theule ocupó la cartera de Transportes, se llevó a Fillon como jefe de gabinete y, posteriormente, ambos se trasladaron al ministerio de Defensa en 1980. Precisamente aquel año Fillon vio morir a su mentor en sus brazos a las puertas de un hospital tras un ataque cardíaco.
Un año después, Fillon se convertiría en el diputado más joven de la Asamblea Nacional con tan solo 27 años, aunque no fue hasta 1993 cuando este entusiasta de la Fórmula 1 logró hacerse con su primera cartera ministerial -la de Educación- gracias al primer ministro Édouard Balladur. Dos años más tarde fue nombrado ministro para Correos y Telecomunicaciones por Alain Juppé, bajo la presidencia de Jacques Chirac. A partir de entonces fue encadenando ministerios hasta convertirse en el inquilino del palacio de Matignon a las órdenes de Nicolas Sarkozy entre 2007 y 2015.
Luchar contra el islam junto a Putin
Después del terrible atentado de Niza, Fillon publicó el libro Derrotar al totalitarismo islámico en el que asegura que en Francia "no hay un problema religioso, sino un problema con el islam". Para el candidato conservador la solución pasa por "convencer a los musulmanes de que las reglas republicanas son superiores a las religiosas". Y es que cree que "la invasión sangrienta del islamismo en la vida cotidiana supone una tercera guerra mundial".
En el plano diplomático, su simpatía hacia el presidente ruso Vladimir Putin es bien conocida, pues la cultivó durante su etapa en el despacho de Matignon. Fillon quiere dar un vuelco a la política exterior gala si logra hacerse con el Elíseo. Esto pasa por unir fuerzas con su homólogo ruso para derrotar al Estado Islámico en Siria dando apoyo al presidente sirio, Bashar al Asad.
Giro liberal para recuperar la competividad
Aunque su punto fuerte está en el programa económico. Fillon se ha propuesto dar un vuelco a la competitividad del hexágono. Entre sus propuestas estrella están la reforma la legislación para acabar con la jornada laboral de 35 horas en sus tres primeros meses. También quiere retrasar la edad de jubilación a los 65 años, bajar los impuestos a las empresas y aligerar el gasto público en 100.000 millones de euros durante el único mandato al que aspira.
En este sentido, propone suprimir medio millón de empleados públicos cubriendo sólo una de cada dos jubilaciones de funcionarios. Su gobierno tendrá quince miembros que saldrán del Ejecutivo si no cumplen con los objetivos marcados en los plazos que establezca.
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