La delegación conjunta de inspectores Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea --la conocida como 'Troika'-- que está visitando Atenas ha puesto "objeciones" al nuevo plan de austeridad de 12.000 millones de euros que prepara el Gobierno griego, y ha solicitado a Atenas información adicional sobre determinados aspectos de esta nueva propuesta.
"La 'Troika' ha puesto algunas objeciones y quiere más detalles", explicó un responsable del Ministerio de Economía griego al diario heleno 'Kathimerini' tras el encuentro mantenido entre los inspectores internacionales y el ministro de Finanzas, Yannis Stournaras. La 'Troika' todavía no está dispuesta a aceptar determinados aspectos del plan, referidos por ejemplo a las medidas para combatir la evasión fiscal. "Primero tenemos que demostrar que podemos ser eficaces a través de un incremento gradual de los ingresos", según esta misma fuente.
El responsable reconoció que la 'Troika' podría rechazar el nuevo plan griego si no termina convenciéndose de la eficacia de las medidas. "Sí, podría rechazarlo. El paquete de medidas tiene que quedar cerrado lo antes posible", añadió. "Nos queda un largo camino por delante y la 'Troika' va a estar aquí durante mucho tiempo", declaró esta fuente. Los responsables de la 'Troika' que acudieron al encuentro se limitaron a describir la reunión como "buena", en palabras del representante del FMI, Paul Thomsen, acompañado de Mathias Morse (Comisión Europea) y Klaus Mazouch (BCE), quien está "trabajando día y noche", según Thomsen.
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