El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, recordó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, delitos humanitarios como los cometidos por los militares estadounidenses en la cárcel iraquí de Abú Ghraib, y describió el asesinato del periodista Yamal Khashoggi en el consulado saudí de Estambul -del que la CIA señaló al príncipe como responsable último- como un "lamentable error" que "no se volverá a repetir" antes de pedir a Biden que "no imponga por la fuerza" los valores de su país.
Según ha hecho saber un responsable anónimo del Gobierno saudí a la cadena Al Arabiya, el príncipe heredero explicó a Biden durante el encuentro de ayer en Yedá que "la imposición de valores por la fuerza genera resultados contraproducentes", en una reacción a la presión ejercida por Biden durante la reunión, en la que el príncipe heredero reiteró su inocencia.
Khashoggi, columnista del diario The Washington Post, acudió el 2 de octubre de 2018 al consulado saudí en Estambul a recoger unos papeles para poder casarse con su prometida, Hatice Cengiz. Sin embargo, nunca más se supo de él, sus restos no han sido encontrados y los servicios de Inteligencia turcos y occidentales apuntan a que la orden de matarlo solo podría provenir de las más altas esferas del reino saudí.
Si bien en un primer momento Riad negó saber del paradero de Khashoggi, finalmente admitió que fue asesinado y desmembrado dentro del consulado, crimen por el cual ocho personas fueron condenadas, pero siempre negando una supuesta implicación de la familia real.
De hecho, y según la versión oficial, Bin Salmán aseguró a Biden que su país había tomado "todas las medidas necesarias sobre el 'incidente' de Khashoggi". De acuerdo con la versión saudí, el príncipe comunicó a Biden que "lo que sucedió con Khashoggi fue desafortunado", y reiteró que el país ha "tomado todas las medidas legales, incluidas investigaciones y juicios".
"El Reino también ha puesto en marcha medidas para evitar que tales errores vuelvan a ocurrir en el futuro", parafraseó al príncipe el responsable anónimo saudí.
No obstante, y durante el encuentro, el príncipe saudí señaló que "incidentes" como este pueden ocurrir en cualquier parte del mundo, y agregó que en el mismo año otros periodistas fueron asesinados en otros lugares.
En el encuentro, y según explican estas fuentes saudíes, Bin Salmán recordó a Biden lo ocurrido en la cárcel iraquí, epicentro de un escándalo de torturas en 2004, cuando las fotos de maltratos a los prisioneros dieron la vuelta al mundo y desembocaron en el encarcelamiento de siete militares estadounidenses.
El príncipe saudí también sacó a colación el caso de la periodista palestina estadounidense Shirín abu Aklé, asesinada en mayo según conclusiones del Gobierno palestino refrendadas por la ONU a consecuencia de un disparo de las fuerzas de seguridad israelíes, y sobre el que EEUU se ha ceñido a la versión israelí, que ha admitido la posibilidad pero ha rechazado un asesinato deliberado.
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