Al bajar en la estación de metro Porte de Paris, en Saint-Denis, el Stade de France, lejos de impresionar por su tamaño y su majestuosidad como otros estadios europeos, hace recordar los grandes acontecimientos deportivos allí vividos, pero también que fue uno de los escenarios de los atentados del 13 de noviembre. Esta localidad de Isla de Francia, la región que engloba París y su metrópoli, presenta el urbanismo típico de la banlieue: edificios que imitan el estilo haussmaniano de las viviendas de París junto con enormes construcciones más nuevas y modernas.
Un kilómetro al noroeste, en otro de los accesos a esta municipio, la estación de cercanías, es muy frecuente ver lugareños esquivando los controles para coger el tren sin pagar un euro un día tras otro. A la salida de esta estación, los carros de la compra en los supermercados sirven para cocinar brochetas de carne y de maíz que desprenden un olor que despierta el apetito. Comprar tabaco y otros objetos también es muy fácil en este punto en casi cualquier momento del día.
Uno barrunta que, más allá de vender cosas en la calle, tomar latas de cerveza y escuchar a todo volumen música africana acompañada de percusión, todos esos hombres que se agolpan en el paseo sobre el río cercano a la estación no tienen mucha más actividad con la que ganarse la vida.
Que Saint-Denis no tiene buena fama es algo que en París se comprueba enseguida. Basta llegar al lugar de trabajo y decir dónde has encontrado piso: “¡¿Saint-Denis?! Ufff… ¡Dios mío! ¡Demasiado!”. Probablemente, la condición de ser varón ayuda a sentirse un poco más seguro en este sitio.
Sin embargo, esta comuna francesa no apetece tanto a las chicas o no parece apta para ellas; primero, dos amigas declinaron la invitación para tomar un apéro en casa: “Está feo y da miedo”. Después, la dueña del piso en el que vivía estaba segura de que no iba a encontrar una chica para reemplazarme cuando dejé el piso. Los casos de violaciones, agresiones y acoso sexual han aumentado en el último año un 24% en este departamento. Saint-Denis no es ciudad para chicas.
El departamento francés con más violencia y peores datos económicos
Una mañana, veía BFMTV antes de ir al trabajo: “ajuste de cuentas en Saint-Denis”. La noche anterior un tiroteo se saldó con muertos. Seine-Saint-Denis, el departamento en el que Saint-Denis se encuentra, registró en 2020 20,56 casos de actos violencia por cada 1.000 habitantes, mientras que la media en Francia fue 10,64 casos y en Isla de Francia, 13,12, según datos del Observatorio nacional de la delincuencia y de las respuestas penales. También registró 40 casos de robos por cada 100.000 habitantes, por 33 casos en Isla de Francia y 23 en Francia. Los datos de tráfico de drogas y la incautación de armas son igualmente elevados.
En paralelo, los datos económicos de este departamento dan cuenta también de su situación: en Seine-Saint-Denis, más de un cuarto de la población vive por debajo del umbral de pobreza. Mientras, la tasa de pobreza en París se sitúa en el 15,2%. Además, la tasa de paro en este departamento es la segunda más alta de toda Francia, con un 12%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos de Francia (INSEE). La media del país galo se encuentra en el 7,4%.
En los actos vandálicos del pasado 28 de mayo durante la final de la Champions participaron jóvenes de todo el departamento. Según el INSEE, un 30% de los habitantes del departamento de Seine-Saint Denis son inmigrantes. La mayor parte procede de países africanos, especialmente de Argelia, Marruecos y Túnez. Un 13% adicional ha adquirido la nacionalidad francesa, lo que suma un 43% de habitantes de origen extranjero.
A pocas semanas de las elecciones legislativas, la oposición trata de rentabilizar el desastre del día 28. La líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, ha lamentado la “humillación” que estos hechos han supuesto para Francia. "Lo que pasó en el Stade de France es una vergüenza para nuestro país. Una vez más, el Gobierno es incapaz de mantener el orden frente a la escoria que estropea lo que debería ser un evento a celebrar. Es hora de poner Francia en orden", señaló Le Pen en Twitter. Por su parte, el candidato de Reconquete, Eric Zemmour, ha afirmado: "Seine-Saint-Denis no es Francia desde hace mucho tiempo".
Saint-Denis fue precisamente uno de los lugares que Macron eligió para hacer uno de sus últimos actos de campaña en las pasadas elecciones presidenciales de abril. A pesar de ser uno de los feudos del líder de extrema izquierda, Jean Luc Mélenchon, fue una de las zonas con mayor abstención. Por todo ello, este barrio de las afueras de París es el paradigma de uno de los mayores problemas que Francia tiene en la actualidad y que mayor división ocasiona entre su clase política.
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