El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha defendido este martes ante la Asamblea General de la ONU los "tratamientos tempranos" contra la covid-19, sin eficacia científica demostrada, y ha criticado "obligaciones" como el 'pasaporte covid', que acredita por ejemplo haber sido vacunado.
Bolsonaro ha sido el primer dirigente político en tomar la palabra ante el principal foro de Naciones Unidas, una apertura reservada a Brasil históricamente y que el mandatario ha utilizado básicamente para defender su gestión al frente del gigante sudamericano.
El viaje del presidente brasileño a Nueva York ha venido precedido de la polémica, ya que su negativa a vacunarse contra la covid-19 teóricamente le habría vetado su asistencia si la ONU y la ciudad de Nueva York hubiesen aplicado de forma estricta sus propias doctrinas, pero Bolsonaro ha dejado claro que no cambiará de idea.
Así, aunque ha asegurado que su Gobierno apoya los trabajos de vacunación, presumiendo incluso de que el 90 por ciento de los adultos brasileños han recibido ya al menos una dosis de la vacuna, ha subrayado que no apoyará ni el pasaporte covid ni cualquier otra "obligación" asociada a la lucha contra la pandemia.
Además, ha reivindicado la "autonomía" de los trabajadores sanitarios para tratar la enfermedad. "Yo mismo recibí un tratamiento temprano", ha declarado desde el atril, recordando cuando dio positivo por coronavirus en julio de 2020.
Bolsonaro ha asegurado "no entender" la oposición a este tipo de tratamientos y ha sugerido que "la historia y la ciencia harán que rindan cuentas" quienes los han criticado.
Sus reproches se hacen extensibles también a las medidas de confinamiento adoptadas a nivel estatal y local, ya que considera que han provocado inflación y han repercutido sobre todo en el precio de los alimentos. "Tenemos que luchar contra el virus y el desempleo al mismo tiempo", ha declarado.
"Un nuevo Brasil"
El presidente se ha erigido en abanderado de "un nuevo Brasil", un país que "ha cambiado mucho" desde que asumió el bastón de mando en enero de 2019. Ha presumido de que "no ha habido ningún caso concreto de corrupción" en su Administración y de resucitar en términos empresariales y de inversión a un país que "estaba al borde del socialismo".
En el ámbito ambiental, considera que "ningún otro país del mundo tiene una legislación tan completa", para lo cual ha repasado medidas de conservación ambiental y de lucha contra la deforestación. "¿Qué otro país tiene una política de conservación ambiental como la nuestra?", ha planteado, para acto seguido recordar que la Amazonía equivale a "toda la Europa occidental".
El presidente ha celebrado que "millones" de brasileños secundasen el 7 de septiembre su llamamiento para salir a las calles en apoyo a su Gobierno, una manifestación que considera histórica y que, a su juicio, demuestra que una mayoría de ciudadanos "no renuncian a la democracia ni a las libertades individuales".
Bolsonaro ha dedicado también parte de su discurso a otros temas de la actualidad internacional como Afganistán, prometiendo visados humanitarios a cristianos, o Venezuela, defendiendo la acogida brindada a 400.000 migrantes que han huido del "régimen dictatorial" de Nicolás Maduro.
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