Internacional

Boris Johnson supera la moción de censura y seguirá como primer ministro británico

El 'premier' consigue salvar su puesto y logra el apoyo de 211 diputados, pero el Partido Conservador evidencia su división frente al escándalo del 'Partygate'

Boris Johnson, el primer ministro británico, lo ha vuelto a hacer. Contra todo pronóstico, el 'premier' ha aguantado el chaparrón y ha conseguido salir vivo de una moción de censura planteada por los propios diputados del Partido Conservador este lunes por la tarde. El precio a pagar por continuar en su puesto es la división de su formación por la manera de afrontar el 'Partygate', el escándalo de las fiestas en Downing Street celebradas en el momento más duro del confinamiento. Una mayoría de los 211 diputados han votado en contra de la moción de censura interna y 148 han votado por su destitución. La votación ha evidenciado que el jefe de Gobierno tiene a un 41,3% de sus propios parlamentarios en contra, según recoge la agencia Efe.

De Thatcher a May, y ahora Johnson

Un número tan elevado de diputados en contra le resta a Johnson mucha legitimidad y también le deja en una situación complicada. Si echamos un vistazo a la Historia, Margaret Thatcher, John Major o la propia Theresa May sobrevivieron a revueltas internas del Partido Conservador, pero su liderazgo se vio tan debilitado que tuvieron que dimitir poco tiempo después. En el caso de Major, el varapalo final consistió en una espectacular derrota en las urnas en 1997 frente al candidato laborista Tony Blair.

El propio Johnson afirmó cuando su antecesora, Theresa May, se sometió a esta moción de censura y logró un 63% de apoyo que fue "un muy mal resultado, mucho peor de lo que parece". El líder conservador ha conseguido menos de 226 votos, lo cual supone un duro revés, ya que es un resultado peor que el de May, que finalmente abandonó el cargo seis meses después de la moción.

Este movimiento para tratar de apartar a Johnson ha salido adelante gracias, en parte, a los diputados conservadores que ocupan los escaños traseros en el Parlamento. La mayoría de estos representantes conservadores no forman parte del Gobierno, por lo que son más leales a las circunscripciones que representan que al propio Boris Johnson. A primera hora de este lunes, Graham Brady, presidente del Comité 1922, anunciaba que se había sobrepasado el umbral de las 54 "cartas de retirada de confianza", lo que representa un 15% de los representantes conservadores, que solicitaban formalmente la dimisión de Johnson. Esto es lo que ha activado la moción de censura interna.

La amenaza de una rebelión desde las propias tripas del Partido Conservador persigue a Johnson desde que estalló el escándalo del 'Partygate', es decir, las fiestas celebradas en Downing Street por parte del Johnson y sus colaboradores. Un escándalo que se ha ido dilatando en el tiempo con los informes de la secretaria Susan Gray sobre lo acontecido en dichas celebraciones y la negación constante del primer ministro a dimitir.

La prensa británica comenzó a destapar en noviembre de 2021 mediante vídeos y fotografías la celebración de fiestas en Downing Street en pleno confinamiento. Al poco tiempo de desvelarse estos encuentros, la Policía británica inició una investigación para esclarecer este asunto. Finalmente, el propio Johnson pidió disculpas y reconoció haber participado en uno de esos encuentros realizados el 20 de mayo de 2020.

"Quiero pedir disculpas. Sé de los extraordinarios sacrificios que millones de personas han hecho en los últimos 18 meses. Soy consciente de la rabia que sienten hacia mí y hacia mi Gobierno cuando piensan que las reglas no se cumplieron en Downing Street", aseguró Johnson para tratar de calmar los ánimos de la opinión pública. Algunos altos cargos del Gobierno británico dimitieron y decidieron apartarse de la esfera pública. Entre ellos, Munira Mirza,responsable del departamento político, Jack Doyle, Director de Comunicaciones de Downing Street o Martin Reynolds, Secretario Privado.

El político conservador que se hizo el principal valedor del Brexit y que condujo a su partido a una arrolladora victoria en 2019, ha arrojado por la borda toda su popularidad y apoyos al tratar de negar las informaciones aparecidas en los medios de comunicación sobre las fiestas celebradas por él y su círculo más estrecho.

El informe elaborado por la alta funcionaria Sue Gray fue demoledor para el primer ministro británico. El documento apuntaba a que en Downing Street había una cultura de alcohol, exceso y falta de respeto en los edificios gubernamentales y, además, señalaba al propio Johnson como el principal responsable de lo ocurrido. Scotland Yard decidió multar al propio Johnson por su conducta. También su esposa Carrie y el ministro de Economía, Rishi Sunak, fueron amonestados junto a decenas de miembros del equipo de Johnson. Es la primera vez en la Historia que se multa a un primer ministro por incumplir las leyes durante su mandato.

División en las filas conservadoras

Los aliados cercanos del jefe de Gobierno trataron de quitar hierro al asunto tras conocerse el resultado de la moción. "Este es un partido democrático. El primer ministro ha ganado. Marquemos una línea y centrémonos en trabajar", ha señalado ante los medios el ministro de Educación, Nadhim Zahawim, según recoge la agencia Europa Press.

"Satisfecha de que los compañeros hayan respaldado al primer ministro. Le respaldo al 100%", ha declarado la ministra de Exteriores, Liz Truss, considerada una de las principales aspirantes a suceder a Johnson si termina cayendo.

También ha habido voces críticas con Johnson que evidencian la fractura entre los conservadores. Entre ellos se encuentra el diputado Roger Gale, que ha asegurado que continuará oponiéndose a Johnson como líder de la formación pese a su victoria en la moción de censura. "Creo que un primer ministro honrado miraría las cifras, aceptaría el hecho de que ha perdido el respaldo de una parte significativa de su partido y consideraría su futuro. Pero no creo que él vaya a hacerlo", ha señalado.

Apenas dos horas antes de la votación, Johnson ha realizado un último intento por desalentar a los rebeldes de la moción en una reunión privada con los diputados "tories" en la que ha resaltado que bajo su liderazgo se ha logrado la mayor victoria en varias décadas para el Partido Conservador. "Ya sabéis la fuerza increíble que podemos ser cuando estamos unidos. Quienes están en esta sala lograron la mayor victoria conservadora en 40 años... bajo mi liderazgo", ha señalado.

Además, el líder británico ha recordado la victoria que supuso el referéndum para la salida de la UE y ha prometido "aprovechar las libertades del Brexit" frente a la alternativa del Partido Laborista que "sencillamente no puede igualar este programa".

Los laboristas "jamás habrían tomado las decisiones que ha tomado este gobierno para ayudar a los ucranianos". "Jamás se habrían plantado frente a (Vladímir) Putin y ocho de sus diputados más importantes votaron a favor de deshacerse de nuestra capacidad de disuasión independiente", en referencia a los polémicos submarinos nucleares Trident. "Hubieran sido un auténtico desastre si hubieran gobernado en este momento", ha remachado.

Para Johnson, solo bajo su liderazgo los conservadores pueden "desatar el potencial de este país" y por eso ha pedido a los diputados "negarse a bailar al son de los medios de comunicación" y "rechazar premiar a nuestros rivales". "Os voy a guiar de nuevo a la victoria y los vencedores serán las gentes de este país", ha remachado.

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