Josep Borell, el jefe de la diplomacia europea, cometió el pasado 27 de febrero una indiscreción que dio al traste con el plan para hacer llegar 28 cazabombarderos polacos MiG-29 a Ucrania para poder defenderse de la invasión rusa, según informa el diario estadounidense Politico. Borrell hizo pública una operación que era secreta y eso frustró toda la operación.
"La transferencia hubiera sido exitosa si se hubiera mantenido entre bastidores, pero eso no fue posible tras la declaración de Borrell a la prensa el 27 de febrero de que el bloque iba a suministrar cazabombarderos a Ucrania", reza el artículo de Politico.
La publicación recoge que "el anuncio fue un shock para muchos, incluyendo a los aliados en las capitales europeas del Este, que querían que la transferencia se hiciera de manera discreta". Las fuentes de esa afirmación son "altos cargos estadounidenses y europeos", aunque el diario no da nombres.
Las afirmaciones de Borrell llevaron al Gobierno ucraniano a lanzar una petición de los aviones y lanzar una campaña de relaciones públicas para conseguir los cazabombarderos. Ante esta declaración pública, todo el plan se vino a abajo y finalmente Estados Unidos tuvo que rechazar la entrega.
Evitar la confrontación
Tras hacerse público el plan, las agencias de espionaje de Estados Unidos y el Departamento de Defensa endurecieron su oposición al plan, ya que al ser público podría acabar haciendo que la OTAN se viera envuelta en enfrentamientos armados directos con Rusia.
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