El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, rechazó tajantemente que el giro dado por el Gobierno español en su política sobre el Sáhara Occidental contravenga las disposiciones de las Naciones Unidas.
"España no va a ir en contra de una resolución de las Naciones Unidas. La Unión Europea tampoco", aseguró Borrell en una entrevista con Efe en el marco del Foro de Doha, antes de partir a Kuwait este domingo para mantener reuniones con las autoridades de ese país.
Según Borrell, la posición de la Unión Europea sobre el conflicto del Sáhara Occidental "no ha cambiado. Nosotros seguimos diciendo lo mismo, es decir, que el conflicto tiene que tener una solución en el marco de las resoluciones de las Naciones Unidas".
"Apoyamos al enviado especial de las Naciones Unidas (para el Sáhara Occidental, Staffan) De Mistura, y esta solución debe encontrarse en el marco de un acuerdo entre las partes", agregó.
Sobre la nueva postura del Gobierno español, que apoya el planteamiento marroquí de que el Sáhara Occidental, una antigua colonia española, sea una de sus regiones aunque con autonomía, dijo que tenía que "seguirse encontrando en un acuerdo entre las partes".
Borrell dijo que pese a no ser él "portavoz" del Gobierno español sobre este tema, ha oído al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, "explicarla en el Parlamento muy claramente diciendo que la posición española también sigue estando en el marco de las Naciones Unidas, que el Gobierno español ha expresado su preferencia por una de las posibles soluciones, pero esa solución tenía que seguirse encontrando en el marco de un acuerdo entre las partes".
El problema con el Sáhara
El contencioso del Sáhara Occidental se abrió en 1975, cuando Marruecos se anexionó el territorio aprovechando un proceso de descolonización iniciado por España y la fragilidad de Madrid en las postrimerías de la dictadura de Francisco Franco.
El Frente Polisario proclamó unilateralmente la República Árabe Saharaui Democrática en los campos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) y declaró la guerra a Marruecos, reclama un referéndum de autodeterminación al que se opone Rabat.
Las Naciones Unidas han aprobado numerosas resoluciones sobre este conflicto desde su comienzo, la última de ellas en octubre pasado, que apuesta por "una solución realista, viable, duradera, aceptable por las partes".
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