Ni Frexit, ni Dexit ni Italexit. Los partidos euroescépticos ya no azuzan la idea de celebrar referéndums de salida de la Unión Europea para sus países, ahora quieren dominar la Eurocámara. Tras el laberinto al que se ha visto abocado Reino Unido a cuenta del brexit, y con las elecciones del 26 de mayo como telón de fondo, fuerzas como la liderada por Marine Le Pen en Francia o Matteo Salvini en Italia apuestan por tejer grandes alianzas para protagonizar el debate parlamentario.
Mientras que la líder de Agrupación Nacional -formación sucesora del Frente Nacional- llama a la "Primavera de las Naciones", el líder de la Liga Norte busca armar un gran grupo parlamentario crítico con Europa que amenace la hegemonía del eje franco-alemán. "Polonia e Italia serán protagonistas de la nueva primavera en Europa, del renacimiento de los valores europeos", aseguró Salvini tras de su reciente encuentro con su colega polaco y ministro del Interior, Joachim Brudziski.
Tras el laberinto del brexit, y con las elecciones del 26 de mayo como telón de fondo, Salvini busca tejer una gran alianza crítica con la UE
La formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que entró por primera vez en el Parlamento Europeo en 2017, opta por flirtear con la salida de su país, pero reconoce que "es la última opción en caso de que todo lo demás no funcione". "Por muy tentador que resulte abolir el aparato totalitario de la UE, las consecuencias pueden llegar a ser impredecibles", manifestó el colíder de AfD Alexander Gauland durante el congreso de su formación celebrado en Riesa el pasado fin de semana.
La experiencia de Reino Unido marca el paso. Poco queda del júbilo con el que líder del UKIP, Nigel Farage, y demás eurófobos celebraban el referéndum a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea en junio de 2016. Mientras se jactaba de que el pueblo británico había conseguido desprenderse de la UE sin "haber disparado una sola bala", Farage, uno de los arquitectos del brexit, calificó aquel momento de "Día de la Independencia".
Hoy, tras más de dos años de aquella votación, a Theresa May no le quedan más cartuchos. La Cámara de los Comunes votó este martes en contra del acuerdo de salida y complica aún más el divorcio definitivo de la UE, previsto para el 29 de marzo. Ahora, el Ejecutivo británico trabaja a contrarreloj para trazar una nueva hoja de ruta y la primera ministra se encuentra al filo del precipicio político.
La alianza Roma-Polonia
¿Lograrán debilitar a la UE desde dentro? Paula Martín Camargo, de la consultora en regulación europea Graham Bishop opina este será el objetivo de las fuerzas euroescépticas a largo plazo, pero que sus reivindicaciones particulares terminarán chocando. "Han tomado nota de la dificultad de una 'salida limpia' de la UE, como estamos viendo con el brexit, así que han decidido tomar el camino más largo y seguro: una conquista del Parlamento europeo que comenzaría en las próximas elecciones con un programa populista y nacionalista", explica.
Salvini ha visto la oportunidad de apoyarse los unos en los otros sin más plan común que su odio a 'los burócratas de Bruselas'"
Según Martín, el objetivo último de sus programas electorales sería el desmantelamiento de la UE tal y como la conocemos mediante la devolución de competencias a los Estados miembro. "Tratan de dejar al bloque desprovisto de sus atribuciones supranacionales, sin poder sobre los Estados europeos en materia de regulación y sin presupuesto", añade. Para ello, continúa, Salvini ha visto la oportunidad de apoyarse los unos en los otros sin más plan común que su odio a 'los burócratas de Bruselas y a las élites que se aprovechan del pueblo'.
"Cada partido de ultraderecha persigue sus propios objetivos nacionalistas e irán juntos hasta que sus reivindicaciones choquen, por lo que la iniciativa del líder de la Liga Norte podría no contar con mucho recorrido una vez conseguido su objetivo electoralista", determina.
27 elecciones
Salvador Llaudes, investigador del Real Instituto Elcano, cree que este tipo de partidos "copan la agenda mediática", pero no tienen "posibilidades reales de sustituir al eje franco-alemán". "Y menos acercándose a Polonia, como explora Salvini. No es el mejor socio en las instituciones europeas, que han llegado a cuestionar el Estado de Derecho", agrega.
El investigador sobre el futuro de la integración europea no duda que las fuerzas euroescépticas ganen peso el 26 de mayo. Tampoco de que traten de coordinarse más dentro de la Eurocámara en lo relativo a su capacidad de negociación. Pero apunta que los comicios europeos son en realidad "27 elecciones, una por cada país". "Lo ideal es que hubiese debates muy europeos, pero es iluso. Todo se va a enfocar en en tener impacto en las urnas en clave nacional", declara.
Es muy difícil que todos vayan a un solo grupo. No serán capaces de tener una sola unidad de acción. Los euroescépticos podrían lograr 200 diputados"
"Es muy difícil que todos vayan a un solo grupo. No serán capaces de tener una única unidad de acción. La Hungría de Orbán, por ejemplo, está dentro del Partido Popular Europeo [el mayor grupo parlamentario] y lo normal es que continúen ahí pese a su narrativa crítica", apostilla. Como máximo, adelanta, las formaciones críticas con la UE lograrán 200 eurodiputados, una cifra lejana a los 705 que conformarán el parlamento toda vez que salga Reino Unido. "Habrá que ver si lograrán una coherencia interna", señala.
De acuerdo a Llaudes, existe una "mayor politización" del proyecto europeo, pero la UE no estaría atravesando su peor crisis. "Esta mayor politización lleva a que haya una búsqueda mayor de opciones políticas más extremas. En muchos casos son alternativas abiertamente populistas que proponen soluciones fáciles y concretas a problemas de gran envergadura como la crisis migratoria. Así dan mayor sensación de seguridad", plantea.
Políticos "irresponsables"
Desde el Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Complutense, el profesor Jaime Ferri explica que muchos de los líderes de estos partidos conocen a la perfección que el brexit tiene un coste altísimo. "Plantear un referéndum fue una irresponsabilidad por parte de David Cameron y lo sería por parte de cualquier otro dirigente", señala.
Cameron planteó esta situación para evadir sus responsabilidades políticas a nivel interno y terminó abonando el terreno para que partidos como el UKIP"
Aunque defiende que las consultas no son en absoluto inconstitucionales, Ferri, director del Departamento, advierte de sus riesgos. "La democracia supone una deliberación de los ciudadanos, argumentos a favor y en contra, mientras que en un referéndum de estas características se somete a la población a elegir entre blanco y negro sin que conozcan plenamente las consecuencias", dice.
"Cameron planteó esta situación para evadir sus responsabilidades políticas a nivel interno y terminó abonando el terreno para que partidos como el UKIP, hoy prácticamente inexistente, creciera, tergiversara y mintiera", opina. Según Ferri, la irresponsabilidad del ex primer ministro fue compartida con la del líder del UKIP, Nigel Farage, pero también es similar a la del líder de los laboristas, Jeremy Corbyn.
"Nadie asume su corresponsabilidad con los mandatarios. En la actualidad, las democracias occidentales se caracterizan por albergar líderes políticos irresponsables que solo buscan ganar votos gracias a estrategias cortoplacistas", zanja.
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