La Comisión Europea acelera movimientos ante el riesgo de una escalada de tensión tras la guerra en Ucrania. Bajo un marco de reservas y secretismo, desde Bruselas se han avanzado conversaciones con agentes políticos e industriales ante la amenaza que plantean los misiles hipersónicos y balísticos de Rusia, cuyo gobierno ha reivindicado disponer de armas de alcance capaces de superar los mecanismos de defensa europeos.
En este sentido, en el departamento de Defensa y Seguridad de la Comisión se muestran ya decididamente dispuestos a considerar el desarrollo de un sistema "integrado de defensa aérea y antimisiles multicapa" con alcance continental. La iniciativa, todavía en fase de estudio, aspira a cosechar importantes avances antes del año 2027, según trasladan fuentes comunitarias, que evitan dar mayores precisiones.
El presupuesto para Defensa de Bruselas para el ciclo 2021/2027 revisado en el presente mes de marzo contempla al menos 2.000 millones de euros inversión -que se podrían aumentar- para acciones en torno a la protección del espacio aéreo comunitario.
Es en las tecnologías a emplear donde existen mayores discusiones entre los distintos países europeos, con Alemania reivindicando la necesidad de recurrir a capital tecnológico ya existente para acelerar los plazos.
Para 2027 se descuenta la consecución al menos del primer prototipo a nivel continental de uno de los elementos medulares del escudo aéreo, un interceptor endo-atmosférico. Bruselas ya ha volcado 100 millones de euros a esta iniciativa, en la que países como España, Alemania, Bélgica, Noruega y Polonia han colaborado con otros 10 millones.
Catorce agentes industriales de estos países llevan trabajando en el proyecto desde octubre de 2023 con un plazo objetivo de 36 meses. En el caso de nuestro país sobresalen como participantes las empresas Sener, Escribano, Instalaza, Inta, GMV y Navantia.
Por el lado alemán participa la empresa Diehl, que a principios de este 2024 se hizo con el megacontrato de 1.200 millones de euros del Gobierno alemán para el Sistema de Defensa Aérea de corto y muy corto alcance del país teutón de la mano de la mayor fabricante de armas y sistemas de defensa del país Rheinmetall.
Esta última acaba de hacerse con la mayor porción del paquete de ayudas del fondo europeo de 500 millones para la producción rápida de munición ante el conflicto en Ucrania, mientras avanza en conversaciones con el Gobierno ucraniano para levantar una planta de munición que abastezca a las fuerzas de Kiev.
Bruselas empieza a apurar plazos tras las presiones de Alemania
El director general de Rheinmetall, Armin Papperger, reivindicó la semana pasada en una entrevista con el Financial Times la necesidad de que Bruselas se decida a apostar por un sistema de defensa antimisiles comunitario y similar a la Cúpula de Hierro en Israel.
Es en el tipo de capital tecnológico a emplear donde existen mayores discusiones entre los distintos países europeos, con Alemania reivindicando la necesidad de recurrir a tecnología ya existente para acelerar los plazos.
De hecho, el Gobierno germano firmó ya el pasado mes de octubre un memorando de entendimiento con Israel de cara a un contrato de 3.300 millones de euros en pos de la compra del sistema antimisiles israelí Arrow 3, coproducido también por Estados Unidos.
La Comisión Europea, por lo pronto, se ha fijado el objetivo de haber puesto en funcionamiento un sistema comunitario propio de detección temprana de misiles enemigos para el año 2030
El sistema Arrow 3 tiene una capacidad de alcance de hasta 2.400 kilómetros por encima de la atmósfera. Israel Aerospace Industries, la empresa que lo fabrica junto a Boeing, se ha comprometido a hacer llegar los encargos a suelo alemán ya a finales de 2025.
La Comisión Europea, por lo pronto, se ha fijado el objetivo de haber puesto ya en funcionamiento un sistema comunitario propio de "detección temprana" de misiles enemigos para el año 2030, toda vez que la Unión carece a día de hoy de un mecanismo de ese tipo y depende, para ello, de países ajenos.
Con este objetivo, el Gobierno comunitario firmó el pasado mes de diciembre otro acuerdo de 100 millones para el estudio de un sistema espacial de detección temprana de misiles en el que participan las españolas Indra, GMV, Intracom, Sener y Deimos.
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