Internacional

Cadena perpetua para un afgano que colocó dos bombas en Nueva York sin causar muertos

El afgano nacionalizado estadounidense Ahmad Khan Rahami fue sentenciado este martes a cadena perpetua por colocar varias bombas en 2016 en el popular barrio neoyorquino de Chelsea. Un jurado de

El afgano nacionalizado estadounidense Ahmad Khan Rahami fue sentenciado este martes a cadena perpetua por colocar varias bombas en 2016 en el popular barrio neoyorquino de Chelsea.

Un jurado de un tribunal federal en Nueva York le halló culpable el pasado mes de octubre de ocho cargos que incluían el uso de armas de destrucción masiva y colocar bombas en lugares públicos, tras un proceso judicial que duró dos semanas.

Rahimi, de 30 años, estaba acusado de colocar dos bombas en el barrio de Chelsea el 17 de septiembre de 2016, una de las cuales causó una treintena de heridos, aunque la otra fue localizada sin que hiciera explosión.

Ese día colocó otra bomba casera en la localidad de Seaside Park (Nueva Jersey) que no causó heridos ni daños materiales, y el 18 de septiembre abandonó cinco artefactos más en una estación de tren de Elizabeth, en ese mismo estado, uno de los cuales estalló cuando un robot de la Policía lo desactivaba.

Fue detenido el 19 de septiembre en Nueva Jersey tras un intercambio de disparos con varios agentes de la policía en el que resultó herido, y aún afronta los cargos que le presentaron en esa jurisdicción.

El fiscal federal Geoffrey S. Berman, del distrito sur de Nueva York, donde el terrorista fue juzgado, indicó en un comunicado que, inspirado en el Estado Islámico (EI) y Al Qaeda, Rahimi "colocó y detonó bombas en las calles de Chelsea y Nueva Jersey para matar y mutilar a gente inocente".

Agregó que su convicción y sentencia "son victorias para la ciudad de Nueva York y la nación en la lucha contra el terror".

El jefe de la policía de Nueva York, James O'Neill, afirmó que la condena a cadena perpetua "debe ser un fuerte freno para futuros actos de terror".

La fiscalía de Nueva York había señalado en los documentos presentados en el tribunal que Rahimi no había demostrado remordimiento por lo que hizo y que había tratado de radicalizar a otros presos, a los que distribuyó propaganda terrorista, incluyendo lecturas del fallecido líder de al Qaeda Osama bin Laden.

Al conocer hoy la condena, en una audiencia en la que estuvo una de sus víctimas, Rahimi aseguró que no albergaba rencor por nadie, según medios locales

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