La madrugada de este sábado Hamás lanzó un ataque coordinado contra Israel, liderado con una lluvia de cohetes y apoyado en tierra por milicianos que penetraron en territorio enemigo a través de la Franja de Gaza. Horas más tarde, la consecuente respuesta del Ejército israelí fue contundente, dando inicio a un fuego cruzado que ha tenido terribles consecuencias. La sorpresiva ofensiva de Hamás ha provocado la muerte de 900 personas, mientras militares y civiles aún están desaparecidos. En Gaza, las víctimas civiles ascienden a 700 personas.
En medio de la escalada del conflicto, las ONGs trabajan a contrarreloj para atender a los heridos que se cifran en miles en territorio israelí y palestino. Voluntarios como los que conforman los equipos de Acción Contra el Hambre están acostumbrados a trabajar en Gaza (desde 2005) y Cisjordania (desde 2002) en condiciones adversas, pero ahora se enfrentan a violencia sin precedentes en la zona. Chiara Saccardi, responsable de los programas en Oriente Medio, Cáucaso Sur y Moldavia en Acción contra el Hambre, habla para Vozpópuli sobre la situación que sufren sus equipos en terreno y las condiciones que población civil a la que atienden en la Franja de Gaza está viviendo desde el pasado fin de semana.
Según reconoce Saccardi a este medio, su "máxima preocupación" en estos momentos es la seguridad de su equipo en Gaza, formado actualmente por 22 trabajadores. "Nos está llevando muchísimo tiempo hacer un seguimiento de nuestro equipo, porque hay muchísimas dificultades de comunicación. Hemos visto que han cortado la electricidad desde ayer, prácticamente hay muy poca capacidad de tener electricidad y de conectarse, también para recargar sus equipamientos, lo cual hace que la comunicación sea muy complicada", detalla.
La responsable de la organización explica que a pesar de las dificultades ha podido contactar con su equipo y que la sensación que se vive desde el terreno es "horrible". Es tal la inseguridad de la zona que varios trabajadores de Acción Contra el Hambre han tenido que desplazarse en mitad de la noche por miedo a los bombardeos.
"Nos reportan que las noches son muy agotadoras, porque son noches donde no consiguen descansar, donde están muy alertas"
La zona más insegura y, donde se están produciendo los peores enfrentamientos, es en la zona norte de la frontera entre Gaza e Israel. "Algunos de nuestros trabajadores están barajando la opción de abandonar la zona", misión casi imposible, excepto -en algunos casos- por la frontera de Gaza con Egipto, detalla Saccardi.
Los momentos más complicados se vivieron tras la primera noche de bombardeos lanzados por Hamás hacia territorio israelí. "Tras la primera noche nos dijeron: 'Nunca hemos vivido una situación de conflicto tan intensa, con bombardeos continuos, pérdidas materiales y numerosas vidas'", trasmite a Vozpópuli la responsable humanitaria, que confirma que "por suerte" no se ha registrado ninguna baja entre su personal.
La ONG internacional busca sus propios medios para suministrar a los suyos la mayor ayuda posible. "El acceso al dinero es muy difícil en este tipo de escenarios, por lo que nosotros hemos facilitado a nuestros trabajadores el acceso a su salario, por ejemplo, poniéndolo a su disposición con antelación, para que puedan contar con suministros. Además, tenemos lo que nosotros llamamos el plan de hibernación, que prevé que haya un stock mínimo de comida, bebida y bienes básicos", especifica Saccardi.
"Lo que nos interesa es que siga habiendo una visión global de lo que está ocurriendo, que no se penalice a inocentes y que se tenga atención en que ningún perfil civil sea atacado".
Israel ordenó este lunes el "asedio total" a Gaza, lo que compromete aún más labor de los equipos humanitarios. "Desde el primer día, la prioridad en terreno es tener comida y agua suficiente para un tiempo. Un cierre implica que no habrá movimiento de materiales y trabajar sin electricidad". Por ello, Acción Contra el Hambre -así como otras organizaciones- reclaman a la comunidad internacional que se facilite un "corredor humanitario" que permita el acceso a bienes básicos a la población civil.
"Nos coordinamos mucho con Naciones Unidas, con la Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria y con las diferentes agencias de Naciones Unidas en Palestina en concreto. Lo que nos interesa es que siga habiendo una visión global de lo que está ocurriendo ahora, de que no se penalice a inocentes y que se tenga atención en que ningún perfil civil sea atacado", defiende la responsable de la organización.
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