El crecimiento de la economía China se ralentiza, lastrada por severa política de "tolerancia cero" contra la Covid-19 y una débil demanda externa. Mientras, el mundo mira con atención las cifras oficiales de su economía entre julio y septiembre: una contracción podría aumentar las posibilidades de una recesión global. Según la BBC, la meta de crecimiento del 5,5 % del gigante chino está fuera de su alcance, y algunos economistas no esperan crecimiento alguno este año.
La BBC recoge las causas del estancamiento de la economía china, marcado especialmente por la débil demanda interna y externa, las tensiones entre China y grandes economías como la estadounidense, o el desplome del yuan frente al dólar.
En este marco el presidente chino Xi Jinping se enfrentará el 16 de octubre al vigésimo Congreso del Partido Comunista Chino, en el que se espera que extienda su mandato por tercera vez.
La política de "tolerancia cero" contra la Covid-19 causa estragos
La pandemia sigue lastrando la economía China: por un lado, los rebrotes en ciudades manufactureras como Shenzen y Tianjin han afectado a la actividad económica en sectores variados. A pesar de ello, la Oficina Nacional de Estadística china reporta un repunte del sector en septiembre. Algo que la cadena británica asocia a un mayor gasto en infraestructuras por parte del Gobierno.
A todo esto se suma la caída de la demanda externa de países como Estados Unidos, afectada por la subida de tipos de interés, la inflación y la guerra en Ucrania.
Pekín no hace suficiente
Los expertos coinciden en que Pekín podría hacer más para estimular la economía, pero la política de "tolerancia cero" supone un obstáculo. "No tiene mucho sentido bombear dinero en nuestra economía si las empresas no pueden expandirse o la gente no puede gastar el dinero", declaró a la BBC Louis Kuijs, economista jefe para Asia de S&P Global Ratings.
En agosto las autoridades anunciaron un plan de 1 billón de yuanes (unos 203.000 millones de dólares) para impulsar la pequeña empresa, y los sectores de las infraestructuras e inmobiliario. Un esfuerzo "modesto", dice Kuijs, en comparación a episodios anteriores de debilidad económica en China.
El mercado inmobiliario chino está en crisis
El sector inmobiliario y otros sectores relacionados con él representan un tercio del PIB chino, y su debilidad ha afectado mucho a la economía. "Cuando la confianza es débil en el mercado inmobiliario, la gente se siente insegura sobre la situación económica general", relató Kuijs.
Los compradores de vivienda, reporta la BBC, se han negado a pagar las hipotecas de los edificios inacabados. Mientras tanto, la demanda de nueva vivienda ha disminuido, y con ella la necesidad de importar materiales básicos de construcción. Mientras Pekín intenta apuntalar el mercado inmobiliario, los precios de la vivienda en decenas de ciudades han bajado másd e un 20% este año.
El cambio climático empeora la situación
Los crecientes eventos de clima extremo comienzan a afectar a las industrias chinas: una ola de calor, seguida de una sequía, afectaron a la región suroccidental de Sichuan y a la ciudad de Chongqing, en el cinturón central. La demanda de aire acondicionado se disparó en ambas hasta desbordar la red eléctrica en una región muy dependiente de la energía hidráulica. Las fábricas, entre las que se encuentran grandes fabricantes como Foxconn, fabricante del iPhone, y Tesla, se vieron obligadas a reducir su horario o a cerrar por completo.
Sólo en agosto, los beneficios de la industria siderúrgica china se redujeron un 80% en los primeros siete meses del año según la Oficina Nacional de Estadística, situación que se saldó con un nuevo rescate desde Pekín para apoyar a las empresas energéticas y a los agricultores.
Los titanes tecnológicos chinos pierden inversores
Tencent y Alibaba registraron su primera caída de ingresos en el último trimestre: los beneficios de Tencent cayeron un 50%, mientras que los ingresos netos de Alibaba se redujeron a la mitad. Los inversores someten a las empresas privadas más exitosas de China a un escrutinio cada vez mayor, especialmente a medida que aumenta el control de Xi Jinping.
El banco japonés Softbank ha retirado una gran cantidad de dinero de Alibaba, mientras que Berkshire Hathaway, de Warren Buffet, está vendiendo su participación en el fabricante de vehículos eléctricos BYD. A Tencent se le han retirado inversiones por valor de más de 7.000 millones de dólares sólo en el segundo semestre de este año. Estados Unidos está tomando medidas enérgicas contra las empresas chinas que cotizan en el mercado de valores estadounidense.
"El mundo se está acostumbrando a que Pekín no esté tan abierto a los negocios como antes, pero Xi está poniendo en peligro el éxito económico que ha impulsado a China en las últimas décadas" cierra la cadena británica.
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