Joe Biden ha tomado una decisión. Se echa a un lado y, pese a que quiere concluir su legislatura como presidente de Estados Unidos, ya no será el candidato del Partido Demócrata a las elecciones del próximo 5 de noviembre. Las voces críticas con sus últimas actuaciones y las dudas que han sembrado el "pánico" en sus filas, han provocado la caída del líder demócrata, que previsiblemente se dirigirá al país norteamericano los próximos días. Ahora, conocido el desenlace de Biden y a poco más de tres meses para la cita electoral, ¿cómo se elige a un nuevo candidato?
Las máquinas deben empezar a trabajar a una velocidad vertiginosa. Entre las peticiones de los que pedían la retirada de Biden estaba la idea de contar con margen suficiente que les permitiese encontrar a alguien lo suficientemente consolidado como para poder competir contra un Donald Trump aupado en las encuestas.
La decisión no se ha tomado demasiado tarde, teniendo en cuenta que las alarmas comenzaron a sonar realmente el pasado 27 de junio, ha ocurrido en menos de un mes. Sin embargo, y aunque era complicado gestionar la campaña de un líder que no contaba con el respaldo ni la confianza de votantes ni miembros del partido, lo que viene ahora no deja de ser un escenario incierto y arduo.
Dos vías para elegir a un nuevo candidato
Tras la renuncia de Biden, ahora es el turno de saber quién le sustituirá al frente de la campaña, pero las opciones son varias. El camino de los demócratas puede tomar dos vías distintas. La primera, la votación virtual para encontrar a un candidato antes de la Convención Demócrata de agosto y así llegar con un nombre consensuado. La segunda, la llamada "convención abierta", que ocurre cuando ningún candidato llega a la misma con una clara mayoría de delegados y no sucede en el país desde la catastrófica de 1968.
¿Cómo funciona el proceso para elegir a un nuevo candidato en una "convención abierta"?
La segunda de las opciones se podría considerar una especie de elecciones primarias en menor dimensión cuenta con ventajas y desventajas. Entre las primeras, el proceso ofrecería una imagen de mayor trasparencia y democracia, eligiendo a un candidato entre varios que quieran serlo.
No obstante, los hechos que convierten esta decisión en contraproducente parecen superar a los que beneficiarían al partido. Los motivos residen en que, teniendo en cuenta que quedan menos de cuatro meses para las presidenciales, no hay demasiado tiempo para invertir en estos procesos y, además, mostraría una imagen de división, lucha y competición dentro de las filas demócratas. Un posible caos que afectaría sobremanera al partido.
Pero, ¿cómo funciona el proceso para elegir a un nuevo candidato en una "convención abierta" ('brokered convention', en inglés)?
Para intentar conquistar el 'título', los postulantes deben contar con, al menos, las firmas de 300 delegados y no más de 50 deben ser de un mismo estado.
Normalmente, los delegados acuden a la Convención con un nombre elegido anteriormente, el ganador de las elecciones primarias -en esta ocasión Biden obtuvo el 87% de los apoyos, sin rivales-. Tras la renuncia del presidente, los delegados son libres -con esta condición también contarían en caso de que Biden no se hubiese retirado, y podrían haber cambiado su parecer en la Convención, pero no suele ser lo habitual-.
¿Cuántos delegados hay y de qué tipo?
Hay casi 4.000 delegados en total (estarían comprometidos unos 3.949), a los que hay que sumar unos 750 superdelegados, cuyo voto no se tiene en cuenta a no ser que ningún candidato llegue a ser nominado con los delegados elegidos en primarias y caucus de cada estado.
Así, existen delegados de dos tipos: comprometidos y automáticos. Los primeros son los que se comprometen a apoyar al candidato estatal elegido por los votantes, aunque existe una cláusula de "buena conciencia", por la que tienen margen para cambiar de opción. El partido asigna delegados comprometidos a cada estado o territorio.
Los demócratas podrían llegar a un consenso y presentar a un candidato antes de la Convención, que se celebrará en Chicago entre los días 19 y 22 de agosto.
Los automáticos son aquellos que se llaman "superdelegados", y poseen ese apelativo debido a poseen un perfil más alto por los cargos que ocupan o han ocupado. Es el caso, por ejemplo, de expresidentes y vicepresidentes, gobernadores, miembros del Congreso y funcionarios del partido. No están comprometidos con ningún candidato y no se les permite votar en la primera votación en la convención. Solo actuarán en caso de que sea necesaria una segunda ronda.
¿Quién puede postularse a candidato para sustituir a Joe Biden?
Para intentar conquistar el 'título', los postulantes deben contar con, al menos, las firmas de 300 delegados y no más de 50 deben ser de un mismo estado.
Si un candidato obtuviese la mayoría en la primera vuelta (la mitad más uno), sería elegido y no sería necesaria una segunda. En el caso contrario, si nadie logra esa mayoría, se celebraría una segunda votación, en la que ya participarían los superdelegados, además de los delegados.
Pero estos no son los únicos supuestos. Podría darse la situación de que ni siquiera en una segunda vuelta saliese un nombre. En ese caso, se repetiría la votación, ronda tras ronda hasta lograr la mayoría necesaria. Un caso curioso y que debería servir de preaviso para los demócratas ocurrió en 1924, cuando los delegados se enfrentaron a 103 rondas hasta que salió elegido John Davis. ¿El resultado? Perdió de forma incontestable contra Calvin Coolidge.
Eso sí, si ningún candidato se hace con más de la mitad de los votos en la primera ronda, el evento se podría convertir en lo que se conoce como una convención negociada. En este punto, y tras negociaciones -en este caso deberían ser a contrarreloj-, podrían formarse nuevas alianzas. Por ejemplo, uno de los nombres podría intenta convencer a un rival para que sea su compañero de fórmula -vicepresidente- en lugar de competir contra él.
Cuándo es la Convención Demócrata
Estas no son las únicas opciones, cabe la posibilidad de que, pese a que se cancele la votación virtual, los demócratas podrían llegar a un consenso y presentar a un candidato antes de la Convención, que se celebrará en Chicago entre los días 19 y 22 de agosto.
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