Al menos 40 personas han muerto y más de 4.400 han sido detenidas desde el comienzo de las protestas contra las autoridades de Kazajistán, según un nuevo balance del Ministerio del Interior.
De acuerdo con las estimaciones, recogidas por el diario Vlast, entre los detenidos hay once instigadores de los disturbios en el país, que el Gobierno ha achacado a la intervención de "terroristas" bajo influencia extranjera.
Entre los fallecidos se encontrarían miembros de las fuerzas de seguridad, según apunta la agencia DPA, así como un niño de 11 años tras sucumbir a la herida de bala en la cabeza que recibió el miércoles, de origen no confirmado.
Los disturbios en Kazajistán emergieron a partir de una protesta en los precios del gas licuado, fundamental para los desplazamientos en coche por el país. Las manifestaciones comenzaron en las ciudades de Zhanaozen y Aktau, antes de extenderse por todo el país, en particular por el núcleo financiero de Almaty, ahora mismo bajo estado de emergencia.
Camino hacia la estabilización
La situación parece tomar el camino de la estabilización en Kazajistán tras varios días de protestas y disturbios, pero continúa el bloqueo informativo y la ausencia de internet, a lo que se suma el miedo a la salir a la calle entre la población y las largas colas en bancos y supermercados.
"La gente hace cola en los bancos para recibir dinero en metálico, ya que no se puede pagar casi en ningún sitio con tarjeta de crédito. Yo he tenido que desistir e irme a casa de vacío", comentó Zara, residente en la capital, Nursultán.
Debido a los cortes de internet y a los problemas en la red de telefonía móvil, los kazajos no pueden comunicarse con sus familiares en otras partes del país. "Mi hija fue a Almaty hace dos días, pero no puede volver. Esta en las afueras de la ciudad con su abuelo, sin moverse. No hay nada que podamos hacer", señaló.
Svetlana tampoco ha podido sacar dinero en los cajeros de su barrio, pero porque están todos vacíos. "En los supermercados las estanterías están vacías. No hay ni pan, ni leche, ni patatas. Hasta las bebidas alcohólicas se han terminado, sólo hay cerveza sin alcohol", comentó en Facebook.
También hay problemas para encontrar papel higiénico, algo que ya ocurrió cuando estalló la pandemia del coronavirus. "Por lo que entendí, no ha habido transporte de mercancías y nadie sabe cuando lo habrá", añadió.
Aunque los kazajos condenan la violencia, también critican la gestión de la crisis por parte de Tokáyev, además de su decisión de solicitar la ayuda militar de Rusia y de otros países para sofocar la revuelta. "¿Por qué ni uno sólo de esos malditos funcionarios salió a hablar con los manifestantes al principio cuando en su mayoría eran pacíficos y cantaban el himno de Kazajistán?", señaló Ardak.
Los kazajos también critican el hecho de que las autoridades estén más preocupadas por su seguridad que por el bienestar de su pueblo. "Mejor quedarse en casa. Si ocurre algo, nadie te ayudará", señala Sveta. Algunos periodistas y usuarios de las redes sociales criticaron que sólo los medios afines al Gobierno tengo acceso a los comunicados oficiales.
"Sólo muestran los canales progubernamentales. Todas las noticias incitan al pánico y no contienen ni una pizca de verdad", señaló Khadisha. Otros van más allá y ponen en duda la versión oficial de que los participantes en las protestas y posteriores disturbios fueran mercenarios y terroristas. "Tokáyev es nuestro Lukashenko, nuestro Putin. Ese es el resultado final", señaló Agzam.
Repatriaciones rusas
Aunque Tokáyev informó hoy al Kremlin que la situación se estabiliza, Rusia dio hoy inicio a las repatriaciones de sus nacionales del país vecino. Un avión militar ruso repatrió a 25 turistas que se habían desplazado a Kazajistán para esquiar en las fiestas de Año Nuevo.
La repatriación se produjo desde el aeródromo militar de Zhetiguen, ya que el aeropuerto de la ciudad de Almaty, epicentro de los disturbios, está cerrado. A su vez, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció que el domingo repatriará a los ciudadanos rusos que residen en la región que rodea Almaty y deseen abandonar urgentemente el país.
Estados Unidos también autorizó hoy a los funcionarios no esenciales y a las familias de todos los empleados abandonar el consulado en Almaty, la antigua capital kazaja
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación