Internacional

Cristina Fernández de Kirchner dedica una peineta a sus detractores en la jura de Javier Milei

La expresidenta argentina primero saludó al público y después dedicó este gesto a los argentinos que estaban frente al Congreso

Cristina Fernández de Kirchner fue la otra gran protagonista de la jura de Javier Milei. La expresidenta argentina dedicó una peineta a los detractores que la abuchearon a las puertas del Congreso de la Nación. Un gesto que previamente habían sido saludos alegres a quienes la vitorearon.

La peineta refleja el malestar del kirchnerismo tras la victoria de Milei, que precisamente se había propuesto acabar con el sistema político que había marcado el peronismo. Dentro del Congreso, con todas las cámaras enfocándola, Kirchner se comportó con seriedad, pero alejada de la mala educación previamente vista. Fue la encargada de hacer cumplir el juramento tanto a Milei como a su vicepresidenta, Victoria Villarruel.

Es la anécdota de un día en el que Buenos Aires se convirtió en el centro del mundo, con la presencia de grandes líderes internacionales como el rey Felipe VI o el presidente ucraniano Volodomir Zelensky. Todos ellos pudieron presenciar el discurso victorioso, aunque apegado a la realidad, de Javier Milei. El ya presidente

 afirmó que el desafío que tiene Argentina por delante "es titánico", aunque cree que "la verdadera fortaleza de un pueblo es cómo enfrente el desafío que se nos presenta".

El nuevo líder describió una "situación crítica y de emergencia" en el que "no hay plata", no sólo por una economía al borde de la hiperinflación, sino en todas "las esferas", y advirtió que no hay "alternativas" más que un fuerte ajuste y de 'shock', lo que supondrá un sacrificio para la población.

"Vamos a tomar todas las decisiones necesarias para solucionar los problemas de 100 años de despilfarro de la clase política", dijo, "aun cuando al principio sea duro". Después, ha advertido que en el "corto plazo la situación empeorará, pero luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo habiendo creado las bases de crecimiento sólido y sostenible en el tiempo".

"No es fácil", advirtió Milei, porque "100 años de fracaso no se deshacen en un día, pero un día empieza y hoy es ese día", exclamó, y la gente le respondió "¡Sí, se puede; sí, se puede!". Ha cerrado su discurso afirmando que Argentina hoy empieza "a desandar el camino de la decadencia" para dar paso "a caminar el camino de la prosperidad".

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