La tibieza con respecto al juicio que el partido ultraderechista alemán AfD ha venido otorgando al terror nazi le ha costado el puesto al principal candidato del partido a las elecciones europeas: Maximilian Krah ha decidido retirarse de la campaña para tratar de aplacar las reacciones tras declarar que las SS, la principal fuerza paramilitar de los nazis, «no eran todos criminales».
Krah ha emitido un comunicado en el que expresa su decisión de apearse de la campaña y borrarse de todos los actos de partido relacionados con la carrera electoral a los comicios al Parlamento Europeo. La dimisión de Krah ha venido acompañada asimismo de la renuncia en bloque del equipo directivo de Alternativa para Alemania con efecto inmediato.
Maximilian Krah se ha visto obligado a dimitir tras constatar cómo Marine Le Pen y Matteo Salvini rompían relaciones con la AfD con la excusa velada de que el partido ultraderechista alemán se había convertido en un aliado demasiado tóxico, capaz de perjudicar seriamente las opciones de las formaciones que ambos dirigentes representan en las inmediatas elecciones europeas.
Intereses electorales en juego
Espoleados por unas encuestas que vaticinan un apreciable crecimiento de las formaciones euroescépticas, ni Le Pen ni Salvini han querido comprometer el cumplimiento de unas expectativas tan halagüeñas para sus intereses en un momento en que los análisis políticos conceptúan estas elecciones como una cita en que los votantes pretenden castigar a los partidos mayoritarios y su supuesta incapacidad para gestionar cuestiones que preocupan a la ciudadanía, como contener la inflación galopante, poner freno a la inmigración irregular o preservar la calidad de los servicios públicos.
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