Punto y final. Las voces dentro y fuera del Partido Demócrata han sido escuchadas y, finalmente, el hasta ahora candidato a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el actual presidente Joe Biden, se retira de la carrera. El mandatario se había aferrado al cargo y la Casa Blanca no cesaba en su intento de demostrar que estaba en plenas facultades para afrontar cuatro años más al frente de Washington, pero los lapsus y la evidente fragilidad pronosticaban el desenlace.
Este domingo 21 de julio, el demócrata ha compartido un comunicado a través de las redes sociales. "Mientras mi intención era salir reelegido, creo que la mejor decisión para mi partido y mi país es que me ha eche a un lado para centrarme solamente en cumplir mis obligaciones como Presidente el resto de mi mandato", dice Biden en su escrito. En él, también agradece y expresa los logros que ha conseguido América y "el pueblo americano".
— Joe Biden (@JoeBiden) July 21, 2024
Asimismo, el demócrata ha confirmado que, durante está semana, "hablará a la Nación" y dará más detalles de su decisión. Ha finalizado el escrito agradeciendo a su mano derecha, Kamala Harris, "por ser una compañera extraordinaria" y a los americanos "por su fe y confianza".
El escenario era complejo. Desde hace meses, las dudas sobre su capacidad para asumir el cargo han sido constantes, interrogantes que se acentuaron tras el primer y televisado debate electoral que enfrentó al demócrata con Donald Trump -y vieron unas 50 millones de personas-. Un Biden errático, lento, sin respuesta ni capacidad de reacción encendió las alarmas en el partido. Y la maquinaria para tratar de buscar una solución comenzó a funcionar.
Este era una de las peticiones de las voces críticas con Biden en plena negativa del mismo a dimitir: contar con margen suficiente para encontrar a alguien y poder competir con un Trump.
Lo cierto es que hasta entonces, no se había dado demasiado relevancia a las cuestionables actuaciones en público del presidente. Más allá de las chanzas y burlas en redes sociales, el Partido Democráta cerraba filas con su líder. No había dudas de que era el mejor candidato para volver a ocupar el Despacho Oval del Ala Oeste de la Casa Blanca.
Logró el respaldo absolutos de los demócratas con el 95% de los apoyos en las elecciones primarias y estaría en su pleno derecho de agarrarse como a un clavo ardiendo a su condición de líder.
Todo ello, pese a que los sondeos publicados por Ipsos señalaban que el 53% de los estadounidenses veían tanto a Biden como a Trump demasiado mayores para asumir el cargo. El dato empeoraba si se habla de "agudeza mental". El 42% de los escuestados opinaba que el republicano sí contaba con esta destreza, mientras que a Biden solo se la atribuían el 23%.
De esta manera, sobrevolaban en escena los polémicos vídeos del aún mandatario con lo que parecen despistes y preocupaban sobremanera entre los demócratas hasta llegar a tildar de "pánico" lo que ocurrió en el partido tras el debate del 27 de junio.
Biden se despide de un mandato de cuatro años al que llegó como el presidente más longevo en ocupar el cargo. Dice adiós a la del todo convulsa carrera de las presidenciales.
Los que no mostraron dudas fueron los donantes, de los primeros que se prounciaron al respecto, a su manera, retirando dinero de la campaña electoral de Biden. En cuanto al partido, algunos mostraron su apoyo, como los gobernadores con los que se reunió el líder demócrata días después del debate. Otros, pidieron de forma privada al presidente que 'colgase los guantes'. Entre ellos, según publicó 'The New York Times', el propio Barack Obama, que le llevó a la Casa Blanca como vicepresidente durante su mandato (2009-2017), así como Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes.
Joe Biden se despide de las elecciones: ¿y ahora qué?
Así, Biden se despide de un mandato de cuatro años al que llegó como el presidente más longevo en ocupar el cargo. Dice adiós a la del todo convulsa carrera de las presidenciales a escasos cuatro meses y dejando un escenario desconocido en las filas demócratas.
Ahora, el partido solo tiene una misión, la más relevante, recomponerse y apretar el aceledor para que el tiempo, que ya juega en su contra, no les sobrepase. Tiene que encontrar a un candidato lo antes posible y que este logre los apoyos necesarios y el respaldo de los donantes en cuestión de un mes, ya que la Convención del Partido Demócrata tiene fecha: del 19 al 22 de agosto.
Este era uno de los puntos que pedían las voces críticas con Biden en plena negativa del mismo a dimitir: contar con margen suficiente que les permitiese encontrar a alguien suficientemente consolidado como para poder competir con un Donald Trump al que las encuestas le dan su total respaldo y totalmente encumbrado, como ha demostrado la Convención Republicana.
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