El ministro de Transportes griego, Kostas Karamantis, ha presentado este miércoles su dimisión, pocas horas después del trágico accidente ferroviario que se ha cobrado ya la vida de al menos 36 personas. La renuncia del responsable de Transportes ha sido aceptada por el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, quien se espera que emita una declaración en breves.
Asimismo, el jefe de la estación ferroviaria de Larisa, en el norte del país mediterráneo, ha sido detenido mientras se espera que se esclarezca su responsabilidad en el choque frontal de dos trenes. Tras el siniestro, las autoridades habían procedido a interrogar a algunos de los funcionarios implicados en el tráfico de trenes, en un intento por esclarecer los motivos por los que impactaron de manera frontal los dos trenes, que circularon durante un tiempo por la misma vía, informa la cadena ERT.
La dimisión de Karamanlis llega después del trágico accidente, que ha evidenciado algunas de las carencias que sufre el sistema ferroviario de Grecia. "Es una muestra básica de respeto por la memoria de las personas que murieron de manera tan injusta", ha detallado el ya exministro en su carta de renuncia.
Al parecer, varios sindicatos llevaban meses advirtiendo a las autoridades de que "nada funciona bien. Todo es manual en la red Atenas-Tesalónica. Ni los semáforos ni el control electrónico del tráfico funcionan", tal y como denunció en la televisión pública ERT el presidente de la asociación de maquinistas, Kostas Genidunias.
"Es una tragedia indescriptible" ha lamentado el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis desde el lugar del accidente. "Puedo garantizar que averiguaremos las causas de la tragedia y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para algo así no vuelva a ocurrir", ha añadido.
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