La creciente tensión entre Taiwán y China a raíz de la visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, llevó este jueves a países vecinos y otras potencias a alertar del riesgo de una escalada descontrolada que rompa la frágil estabilidad de la zona.
La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que celebra en Nom Pen una reunión de ministros de Exteriores y sus socios, fue quien expresó la mayor inquietud al advertir este jueves de que las tensiones entre China y EE.UU. sobre la isla pueden provocar "conflictos abiertos y consecuencias imprevisibles entre grandes potencias", a las que pidió "abstenerse de acciones provocativas".
En un comunicado difundido hoy, la ASEAN expresó su preocupación por "la volatilidad internacional y regional" tras la visita el miércoles a Taiwán de Pelosi, y las represalias tomadas por China, aunque el texto elude referirse de forma explícita a estos hechos.
El Ejército chino comenzó hoy sus maniobras militares con fuego real alrededor de Taiwán, que han provocado "un bloqueo marítimo y aéreo" de la isla, según el Ministerio de Defensa de la isla. Las maniobras incluyen el cierre del espacio marítimo y aéreo en seis zonas alrededor de la isla y han afectado a 18 rutas aéreas internacionales de la isla y más de 900 vuelos se han visto obligados a modificar su ruta.
La ASEAN alerta de que "los acontecimientos recientes en una zona cercana a la región ASEAN podrían desestabilizar la región y eventualmente llevar a un error de cálculo, un enfrentamiento grave, conflictos abiertos y consecuencias impredecibles" entre China y EE.UU., a quienes evita citar directamente.
Los representantes de las naciones del Sudeste Asiático llamaron a una "máxima templanza" y a "abstenerse de acciones provocativas" y se ofrecieron para "desempeñar un papel constructivo para facilitar un diálogo pacífico entre todas las partes".
El conflicto de Taiwán se ha convertido en el asunto candente de la reunión ministerial de ASEAN celebrada en Nom Pen hasta el viernes y en la que también participan, entre otros, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, el chino, Wang Yi, el ruso, Serguéi Lavrov y el de la UE, Josep Borrell.
"Fábricas una crisis"
En un tono más directo que el empleado por la ASEAN, Blinken afirmó hoy en la capital camboyana que espera que Pekín "no fabrique una crisis o busque un pretexto para incrementar su agresiva actividad militar".
El responsable de la diplomacia estadounidense recalcó, al principio de su encuentro con representantes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, que Washington está interesado en "mantener la paz y la estabilidad" en el estrecho de Taiwán y advirtió de que una escalada "no beneficia a nadie, incluidos los miembros de la ASEAN e incluida China".
"Quiero subrayar que nada ha cambiado en nuestra posición", dijo Blinken, quien advirtió de que una escalada de tensión "puede tener consecuencias no buscadas".
Por su parte, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, hizo suyo el comunicado difundido la víspera por el G7, que advirtió de que "no hay justificación alguna para utilizar la visita como pretexto para llevar a cabo acciones militares agresivas en el estrecho de Taiwán".
Plantón de China a Japón
China, cuyo ministro de Exteriores criticó el miércoles con dureza a EE.UU. por el viaje de Pelosi, reaccionó hoy al comunicado del G7 cancelando la reunión bilateral prevista con el representante de Japón, miembro de este exclusivo grupo de siete potencias.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, evitó por su parte referirse directamente a la crisis de Taiwán, pero empleó un tono conciliador durante su reunión con representantes de la ASEAN al afirmar que "en las actuales condiciones geopolíticas no se precisan nuevas líneas divisorias sino la creación de puentes y unificación de esfuerzos".
Taiwán, con quien EE.UU. no mantiene relaciones oficiales, es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y EE.UU., debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de la isla y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con el gigante asiático.
China insiste en "reunificar" la República Popular con la isla, que se gobierna de manera autónoma desde que los nacionalistas del Kuomintang (KMT) se replegaran allí en 1949 tras perder la guerra civil contra los comunistas y continuaran con el régimen de la República de China, que culminó con la transición a la democracia en la década de 1990.
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