Internacional

Dimite un diputado laborista tras ser cazado 'in fraganti' con dos chaperos

Según la grabación del acto por parte del tabloide británico, Vaz contrató los servicios de dos prostitutos de Europa del Este haciéndose pasar por un tal Jim, vendedor de lavadoras, e incitándoles a que se trajeran "poppers", una droga sintética para potenciar el placer sexual.

El diputado laboralista Keith Vaz ha dimitido este martes como presidente del comité de Seguridad del Parlamento británico después de que fuera cazado 'in fraganti' con dos chaperos por el tabloide The Daily Mirror. Vaz, de 59 años, y exsecretario de Estado para Europa en el Ejecutivo de Tony Blair, conservará de momento su escaño, aunque podría ser sancionado por el comité de ética del Parlamento después de su acción.

"Siento profundamente que los recientes hechos hagan imposible mi permanencia en el puesto", alega Vaz en su carta de dimisión. "No quiero convertirme una distracción para los trabajos del comité", detalló el diputado, que en su día fue considerado como el parlamentario de origen asiático con mayor proyección en la cámara. Según la grabación del acto por parte del tabloide británico, Vaz contrató los servicios de dos prostitutos de Europa del Este haciéndose pasar por un tal Jim, vendedor de lavadoras, e incitándoles a que se trajeran "poppers", una droga sintética para potenciar el placer sexual

Vaz, exsecretario de Estado para Europa en el Ejecutivo de Tony Blair, conservará de momento su escaño, aunque podría ser sancionado por el comité de ética del Parlamento

Por su parte, el líder del partido de vaz, Jeremy Corbyn, ha justificado el controvertido episodio como un "asunto personal", mientras que la primera ministra, Theresa May, ha criticado duramente las acciones del diputado con unas declaraciones en la cumbre en el G-20:  "Lo que haga Keith es cosa suya, pero es importante que la gente tenga confianza en los políticos y es fundamental que los políticos respeten su compromiso con los votantes".

Vaz, que ha empezado a ser conocido popularmente como "diputado Vaselina" por la prensa sensacionalista británica, ha denunciado la intrusión del diario en su vida privada y ha amenazado con acciones legales.

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