Tras la publicación de la lista de los detenidos por el golpe de Brasil, empiezan a esclarecerse los implicados en la sombra. Ya se saben los nombres de algunos propietarios que cedieron los medios de transporte para que miles de personas acudieran a la Plaza de los Tres poderes el pasado 8 de enero. Uno de ellos es el empresario bolsonarista Maurício Nogueira, que fletó al menos un autobús de su compañía de transportes para dicha 'misión'. Nogueira fue candidato de los 'liberales' para el escaño en la Asamblea Legislativa de São Paulo gracias al apoyo económico del fondo del Partido Liberal. Apenas obtuvo apoyo electoral.
Además de Nogueira, otro propietario de autobuses, Izaul Moraes, cuya empresa es Rota Brasil Transporte e Fretamento, también cedió vehículos para los radicales. Moraes estuvo relacionado con Jair Bolsonaro al establecer contratos de alquiler con el Gobierno para proporcionar transporte a los Ministerios de Defensa y Sanidad brasileños. Un tercer responsable de fletar transporte es Adriano Bressan, concejal bolsonarista de Caxias do Sul y propietario de Alex Godoy Transportes Ltda, quien, por su intervención, permitió la llegada de simpatizantes bolsonaristas desde el sur de Brasil.
En total, el asalto a los tres poderes de Brasil se ha saldado con al menos 276 detenidos llevados a prisión, 157 son hombres y 119 son mujeres, según los datos del Gobierno del distrito federal en Brasilia. Entre la larga lista de figurantes que irrumpieron en la Plaza de los Tres Poderes el pasado 8 de enero figuran candidatos bolsonaristas a escaños federales, diputados municipales, beneficiaros de programas sociales, donantes de Bolsonaro y afines a la clase militar a favor del intervencionismo del Ejército en Brasil. Según O Globo, entre los arrestados están, por ejemplo, la excandidata a diputada federal en Acre Michela Lacerda, a quien Bolsonaro apoyó en su candidatura en 2018, la diputada de un municipio de Minas Gerais, Ana Paula Naubaner Rodrigues o la empresaria bolsonarista de Tubarão Camila Marqués. También hay un grueso de detenidos que fueron militantes en campañas municipales y federales por candidatos ultraconservadores, por las que recibían retribución. También figuran donantes de pequeñas aportaciones a la campaña de reelección de Jair Bolsonaro el año pasado y, como caras más populares, están el que fue participante de la primera edición de 'Gran Hermano Brasil', Adriano Castro o el sobrino de Bolsonaro, Leo Índio.
Entre los arrestados están, por ejemplo, la excandidata a diputada federal en Acre Michela Lacerda, a quien Bolsonaro apoyó en su candidatura en 2018
Además, la Policía Federal ha detenido a una de las principales instigadoras de las movilizaciones, la conservadora Ana Priscila Azevedo, muy afín a la clase militar y en concreto al general Hamilton Mourão, quien fue vicepresidente durante el mandato de Jair Bolsonaro. Azevedo, junto con su marido Dom Werneck, buscaban que Mourão llegara a ser presidente en lugar de Bolsonaro tras auparle, en un primer momento, como el 'Mesías' de Brasil. Ambos, fieles propulsores del intervencionismo militar, acabaron desencantándose de la causa bolsonarista por discrepancias en su ideología liberal y política exterior. Sin embargo, Azevedo ha sido una de las principales instigadoras de la movilización al hacer un llamamiento a derrocar el Gobierno: "Vamos a colapsar el sistema", expresaba en sus redes poco antes del golpe.
Su marido, Dom Werneck, publicó imágenes en su canal de telegram en el campamento de los bolsonaristas pidiendo a sus seguidores que arrimaran el hombro para conseguir alimentos y bebidas. "Voy a la sede ahora a llevar algunas contribuciones para el campamento de nuestro socios. Agua, hielo etc, sé que puedo contar con vosotros, nuestro grupo nunca falla, todavía hay gente resistiendo y muchos se van por miedo a la Policía Federal, otros resisten y necesitan un impulso en suministros básicos", expresaba. Después del asalto, el canal de Telegram de Werneck intentó coordinar a algunas personas que huían de Brasilia ante la represión de las autoridades tras asaltar las instituciones. "Hoy alquilaré un local para alojar a algunos más. Por favor consulta tu conciencia. Se necesita colaboración, los autobuses se han parado. Necesitamos ayudar a algunas personas a volver a casa!", decía el día después del golpe.
La influencia militar en el golpe también es notoria. Y como resultado, las autoridades judiciales de Brasil ya han ordenado la detención de oficiales públicos de alto rango como el excomandante de la policía militar y al exjefe de seguridad pública de Brasilia, Anderson Torres, por sus "omisiones" ante los disturbios. Además, también ha sido destituido de su cargo el coronel Fábio Augusto, que era hasta ahora el comandante jefe de la Policía Federal. La presencia de diferentes miembros militares en el asalto, como el coronel en reserva Adriano Camargo, y la declaración de un detenido en los disturbios, que ha afirmado que los militares le ayudaron a huir, pone en evidencia el papel que ha tenido la clase militar en el respaldo a las irrupciones violentas en las cámaras representativas dañadas en Brasilia.
Valor de los daños
Se estima que los daños por el asalto a la Cámara de Diputados de Brasil asciende a 530.000 euros sin contar con las obras de arte afectadas. Los costes calculados por la cámara legislativa brasileña, que incluyen 5.300 euros en mano de obra, solo señala equipos que pueden ser reemplazados, como ordenadores, cristales, vehículos y otros elementos del mobiliario. En concreto, al menos 400 ordenadores han sido destruidos, los cuales tendrían un valor por encima de 350.000 euros, mientras que dos vehículos utilizados por la Policía Legislativa resultaron dañados, cada uno con un valor de 45.000 euros.
Aún no se han estimado los daños resultantes de la destrucción y sustracción de obras de arte y regalos ceremoniales, tampoco los costes de recuperación de los objetos que han permanecido en el Congreso. Durante el asalto hubo, por ejemplo, una ruptura de un muro artístico del artista Athos Bulcão, dañado en uno de los módulos. Asimismo, muchas de las piezas que estaban expuestas en la vitrina del Salón Verde del Congreso tienen un precio incalculable. Entre algunos de los objetos sustraídos se encuentran una perla procedente de Qatar y un balón de fútbol autografiado por el futbolista Neymar.
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