Manifestantes prorrusos atrincherados en la sede del Gobierno de la región ucraniana de Donetsk proclamaron este lunes la independencia de esa zona rusoparlante de Ucrania y convocaron la celebración de un referéndum de adhesión a Rusia no más tarde del próximo 11 de mayo, según recoge Efe.
"La República Popular de Donetsk se crea dentro de los límites administrativos de la región. La decisión sobre esto entrará en vigor después de la celebración del referéndum", leyó el documento uno de los líderes del autoproclamado Consejo Popular de Donetsk (CPD), que no reconoce a las nuevas autoridades de Ucrania.
Al mismo tiempo, el nuevo órgano de poder regional solicitó ayuda a Moscú "para resistir ante la junta de Kiev". "Sólo en Rusia vemos al defensor de nuestra cultura rusa. Únicamente un contingente de paz del Ejército ruso puede mandar una clara señal a la junta de Kiev, que ha tomado el poder con armas y sangre", exclamó el representante del CPD.
Agregó que el recién creado órgano de poder popular, que se contrapone al gobernador regional designado por Kiev, se dirigirá al presidente de Rusia, Vladímir Putin, para pedir una intervención militar de ese país en la región. "Estamos listos para luchar por nuestras ideas, por nuestros ideales, pero sin vuestro apoyo, sin la ayuda de Rusia no nos será fácil resistir ante la junta de Kiev", declaró el activista prorruso.
Los manifestantes creen que "Ucrania está sumida en una sucesión de acontecimientos catastróficos, que llevan a la sociedad hacia un colapso socioeconómico, la guerra civil y la división. La junta de Kiev ha iniciado represiones y arrestos contra la población rusoparlante".
Los activistas, que controlan dos edificios administrativos en la región (las sedes del Gobierno regional y del Servicio de Seguridad de Ucrania, tomadas en las últimas horas), arriaron la bandera de la región de Donetsk que ondeaba sobre el Ejecutivo e izaron el estandarte de la organización civil "República de Donetsk". Los separatistas, en un claro paralelismo con las protestas que derrocaron en Kiev al expresidente Víktor Yanukóvich, han empezado a levantar barricadas y a repartir comida a las puertas de la sede del Gobierno regional. Algunos manifestantes, protegidos con cascos y máscaras, han acumulado adoquines a las puertas de la administración.
Podría extenderse el conflicto
Además, los prorrusos ya controlan cinco sedes administrativas del Estado en las tres principales ciudades del este rusoparlante ucraniano tras tomar hoy la oficina del Servicio de Seguridad de Ucrania (SSU, antiguo KGB) en Járkov y la filial del Banco Nacional en Lugansk.
En Járkov, donde al menos 15 personas resultaron ayer heridas en enfrentamientos entre simpatizantes prorrusos y activistas del Euromaidán (como se conoce al movimiento popular que derrocó al presidente Víktor Yanukóvich), los manifestantes asaltaron y tomaron anoche la sede del Gobierno regional. "Nuestro objetivo es aguantar aquí 24 horas. Para entonces, llegarán refuerzos de Donetsk y Lugansk (los bastiones prorrusos en Ucrania). Ya hemos hablado con unos y otros", dijo a sus correligionarios uno de los líderes de la protesta, Yegor Logvínov, según medios locales.
Mientras, el gobernador de Járkov designado por Kiev, Ígor Baluta, calificó de "provocación" los enfrentamientos vividos ayer en la segunda ciudad del país. "No tengo ninguna duda de que el guión de este conflicto no se escribió ni en nuestra ciudad ni tampoco en nuestro país. Los acontecimientos en Donetsk y Lugansk no hacen más que confirmarlo", dijo Baluta en alusión a la "mano negra" de Moscú en los disturbios antigubernamentales en el este fronterizo con Rusia.
Los manifestantes prorrusos también se hicieron ayer con el control de las sedes del Gobierno regional de Donetsk y del SSU en Lugansk. En Donetsk, los activistas izaron banderas rusas sobre el edificio y exigieron la celebración de un referéndum local para la adhesión de la región a Rusia. El asalto de la sede administrativa, tercero en lo que va de mes, se produjo después de una manifestación prorrusa en la capital de la región minera, una de las más ricas del país y patria chica del depuesto Yanukóvich.
En Luganks, los asaltantes obligaron a las autoridades de la región a poner en libertad a seis de sus compañeros detenidos anteriormente por participar en las protestas contra las nuevas autoridades. Pese a lograr su principal exigencia, los activistas siguen en la sede del SSU y se preparan incluso para defenderse de las fuerzas del orden, según medios locales.
Las manifestaciones prorrusas y los asaltos a las sedes estatales en el este de Ucrania se repiten desde el vuelco de poder en Kiev a finales del pasado mes de febrero, algo que hace temer a las autoridades ucranianas la posibilidad de que pueda repetirse el escenario de Crimea.
Crimea se incorporó a Rusia tras celebrar un referéndum el pasado 16 de marzo, previa intervención militar rusa en la península bajo el pretexto de que su población, mayoritariamente rusa, estaba amenazada por los radicales ultranacionalistas ucranianos.
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