El Gobierno de Donald Trump ha advertido al presidente venezolano, Nicolás Maduro, "y a los que siguen sus órdenes" de que no quedarán "impunes" tras unos choques en la frontera con Brasil que dejaron dos muertos.
"Estados Unidos condena enérgicamente el uso de la fuerza por parte de los militares venezolanos contra civiles desarmados y voluntarios inocentes en la frontera de Venezuela con Brasil", afirmó en un comunicado la Casa Blanca.
La nota responde a "informes de prensa" sobre la muerte de dos indígenas en un aparente intento de abrir el paso fronterizo que el Gobierno de Maduro ordenó cerrar para impedir la entrada de "ayuda humanitaria" enviada por Washington sin el consentimiento de Caracas.
Según la versión difundida por diputados opositores, militares venezolanos abrieron fuego contra manifestantes, con los dos fallecidos y una quincena de heridos como resultado.
Sin embargo, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, desvinculó a los militares de los sucesos: "Lo que ocurrió esta mañana nada tiene que ver con las versiones que han circulado. De hecho, algunos de los heridos están heridos por armas blancas, machetes, incluso flechas".
En su comunicado al respecto, la Casa Blanca afirmó que Maduro "ha dado órdenes de (...) reprimir a quienes buscan traer ayuda al país".
"Violación atroz de los derechos humanos"
"La violación atroz de los derechos humanos por parte de Maduro y quienes siguen sus órdenes no quedará impune", advirtió EE.UU., que instó a los militares a que "permitan que la ayuda humanitaria ingrese pacíficamente al país".
La oposición, liderada por Juan Guaidó, que se proclamó hace un mes presidente de Venezuela, tiene previsto introducir en el país este sábado los envíos estadounidenses por diversos puntos fronterizos con Colombia y Brasil en contra de la voluntad del Gobierno.
Caracas ha ordenado cierres fronterizos terrestres con estos dos países y también marítimo con el territorio holandés de Curazao, países en los que EE.UU. ha reunido la "ayuda humanitaria".
El Gobierno de Trump fue el primero en el mundo en reconocer al opositor Guaidó como mandatario legítimo de Venezuela e impuso duras sanciones económicas contra el país caribeño para forzar la salida de Maduro del poder.
Además, Trump ha insistido en que "todas las opciones", incluida la militar, "están sobre la mesa" para deponer a Maduro.