Estados Unidos solicitó este miércoles una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar el polémico proyecto de ley de seguridad para Hong Kong, una cita rechazada por China, que defendió que el asunto es una cuestión interna y no incumbe a este órgano internacional.
En un comunicado, la misión estadounidense ante Naciones Unidas denunció que las recientes acciones de las autoridades chinas "minan fundamentalmente el alto nivel de autonomía y libertades de Hong Kong, garantizados bajo la Declaración Conjunta Sino-Británica de 1984, que fue registrada con la ONU como un tratado jurídicamente vinculante".
"Este es un asunto de preocupación global urgente que implica la paz y la seguridad internacionales y que merece la atención inmediata del Consejo de Seguridad de la ONU", defendió la delegación de EE.UU.
Washington explicó que este miércoles pidió una reunión de este órgano por videoconferencia y denunció que China "se ha negado a permitir" el encuentro, lo que consideró "otro ejemplo del miedo del Partido Comunista Chino a la transparencia y la responsabilidad internacionales por sus acciones".
La delegación china respondió casi de inmediato a través de Twitter, afirmando que la reunión propuesta carece de base y que la ley de seguridad para Hong Kong es un asunto exclusivamente interno. "No tiene nada que ver con el mandato del Consejo de Seguridad", señaló China, que instó a EE.UU. a "detener de inmediato sus políticas de poder y sus prácticas de acoso".
El choque supone un episodio más en la confrontación que mantienen las dos potencias y llega después de que este miércoles el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, comunicase al Congreso de su país que ya no puede considerarse a Hong Kong autónomo de China, en una medida que puede tener serias implicaciones comerciales y aumentar más la disputa con el gigante asiático.
La misión estadounidense acusó a Pekín de tratar de explotar la pandemia del coronavirus para "distraer al mundo" de sus acciones en Hong Kong.
"Esta acción, unida al descarado encubrimiento y mala gestión de China en la crisis de la COVID-19, sus constantes violaciones de sus compromisos internacionales sobre derechos humanos y su comportamiento ilegal en el Mar del Sur de China, debería hacer obvio para todos que Pekín no se está comportando como un Estado miembro de la ONU responsable", defendió en el comunicado.
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