Al menos 200 personas murieron este miércoles y miles resultaron heridas en la operación policial para desmantelar las acampadas de los seguidores del depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi en las plazas de Rabea al Adauiya y del Nahda, en El Cairo, según los Hermanos Musulmanes.
La Hermandad señaló, en su página web, que las autoridades también han detenido a varios manifestantes durante la operación.
Sin embargo, las cifras se mueven en un abanico muy amplio. El Ministerio de Sanidad egipcio informó que hay 13 muertos y 98 heridos por la operación policial. Por su parte, el Ministerio del Interior egipcio confirmó que cinco de los fallecidos son policías y que tienen 28 heridos en sus filas.
Los islamistas señalaron que entre los heridos hay menores de edad, y que los efectivos del orden han abierto fuego contra algunos manifestantes que se habían concentrado en la mezquita de Al Istiqama, cerca de la plaza del Nahda. La televisión estatal agregó que al menos 200 simpatizantes de la Hermandad fueron detenidos durante el asalto policial.
La policía comenzó a primera hora de esta mañana a tirar gases lacrimógenos contra las acampadas, lo que derivó en choques con los islamistas. Ambas partes se acusan de haber empleado armas de fuego durante los enfrentamientos.
Una fuente de los servicios de seguridad señaló a Efe que las autoridades tienen bajo control la plaza del Nahda, en Giza, donde se encontraba una de las acampadas de los islamistas. La otra se ubica en la plaza de Rabea al Adauiya, en el distrito de Ciudad Naser.
La televisión estatal mostró imágenes de ambos lugares en las que se veían numerosas tiendas de campaña destruidas y vehículos abandonados. También se apreciaba a agentes de policía equipados con material antidisturbios en los alrededores de ambas acampadas, de las que salen columnas de humo.
Gases desde los helicópteros
La policía lanzó gases lacrimógenos desde helicópteros y envió a paracaidistas que aterrizaron en las azoteas de los edificios contiguos a la plaza cairota de Rabea al Adauiya, donde las autoridades intentan desmantelar una acampada de los islamistas, explicó a Efe un testigo.
El fontanero Ali Mohamed, uno de los acampados en lugar, señaló que él estaba dormido en su tienda de campaña cuando esta mañana, sobre las 07.00 hora local (05.00 hora GMT), los agentes comenzaron a arrojar gases lacrimógenos desde helicópteros contra los manifestantes partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi. "Había paracaidistas que cayeron encima de edificios y empezaron a disparar", apuntó Mohamed, que se encontraba en la zona central de la plaza, junto al escenario donde los islamistas llevan a cabo sus concentraciones de protesta.
Mohamed destacó que nadie ha podido huir porque todas las calles que acceden al lugar están cerradas, pese a que el Ministerio del Interior había anunciado hoy que permitiría la salida de aquellos que lo quisieran a través de la calle Stad al Bahari.
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