Estados Unidos se prepara para celebrar este martes las elecciones del midterm o "medio mandato", unos comicios en los que se elegirán a los miembros de la Cámara de Representantes y el Senado del país, y que condicionaran los dos años restantes de la presidencia del demócrata Joe Biden. Y, con ella, tendrán también repercusiones a nivel global.
Las midterm son un concepto ajeno a la política española, pero crucial para comprender el flujo de la toma de decisiones en Estados Unidos y la posible evolución del país en los próximos años, incluso una vez termine el primer mandato de Biden.
¿Qué son las elecciones de medio mandato y a quién se elige?
Estados Unidos tiene un sistema bicameral (al igual que España), por lo que el Congreso se divide en dos cámaras: la Cámara de Representantes y el Senado. Sus miembros se eligen cada dos años, con lo que estas elecciones pueden producirse en mitad de la presidencia, que se vota cada cuatro años. Cuando se producen en este periodo intermedio es cuando se las conoce como midterm o elecciones de "medio mandato".
El Congreso en su conjunto aprueba las leyes a nivel nacional. Es la Cámara de Representantes la que decide qué leyes se votan, mientras que el Senado las bloquea o aprueba, confirma los nombramientos que el presidente realiza y puede llegar a conducir investigaciones contra este.
El Senado tiene 100 integrantes y, aunque ahora mismo se encuentra en un empate de 50-50, está bajo control de los demócratas ya que la vicepresidenta Kamala Harris, de dicho partido, emite el voto de desempate. Este mes se encuentran en juego 34 escaños cuyos ganadores ocuparán durante seis años.
La Cámara de Representantes, con 435 miembros con derecho a voto, también está controlada en este momento por el Partido Demócrata, con 222 votos frente a 213 en contra. Todos los escaños están en juego para que los ganadores cumplan mandatos de dos años.
¿Qué puede ocurrir con el dominio demócrata?
Es habitual que el partido que ocupa la presidencia obtenga malos resultados en las elecciones de medio mandato, ya que el descontento con el presidente suele favorecer que asciendan los representantes de la oposición -sin necesidad de tomar una decisión de mayor trascendencia, como en el caso de la elección del presidente-. En este momento, Joe Biden cuenta con índices de aprobación bajos, según reporta el The New York Times.
Los republicanos son los favoritos para la Cámara de Representantes según este diario. Es el Senado el que podría caer en manos de cualquiera de los dos partidos. Las encuestas llegaron a dar una amplia ventaja a los demócratas cuando la Corte Suprema eliminó el derecho constitucional al aborto, pero es una ventaja que ha desaparecido.
¿Cuáles son los temas clave?
En este momento, los temas hacia los que dirigen su atención votantes y partidos son la inflación, la inmigración y el crimen. A lo largo del año, sin embargo, estos han sufrido cambios que han dado esperanzas tanto a republicanos como a demócratas de que la balanza se tornaría favorable hacia ellos. Hasta verano, la inmigración, el crimen y los costes de vida fueron grandes debates que condicionaban estas elecciones, y que favorecían al Partido Republicano, más conservador. En junio, el cambio de legislación con respecto al derecho al aborto hizo a la carrera electoral dar un giro de 180 grados en favor de los demócratas. Hoy, habiendo perdido peso el debate del aborto en la opinión pública, los temas vuelven a favorecer a los republicanos.
¿Qué consecuencias podemos esperar de esta elección?
Las MidTerm son un termómetro para el mandato del presidente. En este caso, la popularidad de Biden ha caído por debajo del 50% desde agosto según FiveThirtyEight, y esto pone en la cuerda floja que los demócratas puedan seguir adelante con sus planes en materia de cambio climático, expansión de los programas gubernamentales de sanidad, el derecho al aborto o el control de las armas en el país.
De lograr los republicanos el control de las cámaras, podrían también cesar la investigación por el asalto al Capitolio en enero de 2021. Por el contrario, podrían lanzar investigaciones sobre temas de interés conservador, como los negocios del hijo de Joe Biden o la retirada de tropas de Afganistán.
Si el partido en la presidencia, el Demócrata, se enfrenta a una mayoría republicana en las cámaras, encontraría además dificultades mucho mayores para hacer nuevos nombramientos, como en la Corte Suprema. Finalmente, el tema que concierne más allá de las fronteras estadounidenses: la política exterior. Un cambio de esta a manos republicanas será visible en la actitud de la nación en conflictos internacionales, especialmente la guerra de Ucrania.
¿Y en las presidenciales de 2024?
Estas elecciones servirán a los republicanos para conocer las caras que podrían hacer frente al Partido Demócrata -no se sabe con tanta claridad si concretamente a Joe Biden- en las próximas elecciones presidenciales del 2024. Según un análisis de la cadena británica BBC, un fracaso para los candidatos respaldados por Donald Trump reduciría las posibilidades de que este se presentara como candidato. En Florida y Tejas, los gobernadores republicanos Ron DeSantis y Greg Abbott esperan ser reelegidos, y con ello, que sus nombres sigan en las quinielas de la candidatura conservadora a la Casa Blanca.
Por otro lado, si los demócratas logran mantener el poder en Michigan, Wisconsin y Pensilvania, verían indicios de una posible reelección de Biden dentro de dos años.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación