La embajadora israelí en España, Rodica Radian-Gordon, ha asegurado este miércoles que la embajada "ya ha pasado página" tras la polémica desatada con el Gobierno y ha subrayado: "no queremos ser parte de la política interna española".
"En cuanto a las relaciones con el Gobierno español, nosotros ya hemos pasado página. Lo que teníamos que decir ya lo hemos dicho. Lo único que de verdad no queremos es ser parte de la política interna española", ha dicho Radian-Gordon en un encuentro virtual con la prensa.
Las declaraciones de la embajadora se producen un día después de que el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel Albares, diera por zanjado el “incidente puntual” en la relación entre España e Israel surgido tras lo que calificó de “gesto inamistoso” que supuso el comunicado emitido el lunes por la embajada israelí.
En rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros, Albares también subrayó que la posición oficial del Gobierno la marcan el presidente y el titular de Exteriores, en respuesta a preguntas sobre las palabras de la ministra y líder de Podemos Ione Belarra en las que acusaba a Israel de estar cometiendo un “genocidio” en Gaza y en las que expresaba su apoyo al pueblo palestino, como también han hecho la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y otros ministros.
"Estamos satisfechos con esta respuesta y lo que tuvimos que decir a propósito de las declaraciones de otros ministros ya lo hemos dicho", ha expresado la embajadora que, sin embargo, insistía en que este tipo de expresiones les preocupan.
"Este tipo de declaraciones luego tiene un resultado que a nosotros nos preocupa mucho, porque estamos viendo más incendios de antisemitismo y por supuesto que es algo muy preocupante. De hecho no es la primera vez que vemos que el conflicto entre Israel y los palestinos lleva a manifestaciones antisemitas", apuntó.
El presidente del gobierno en funciones, por su parte, compareció este martes ante los medios tras la reunión extraordinaria de líderes europeos sobre la crisis desatada en Oriente Próximo y insistió en que la mejor solución para acabar con el conflicto y conseguir una paz duradera es el reconocimiento de los dos estados, Israel y Palestina.
De igual modo, condenó el ataque de Hamás y pidió a Israel respetar los derechos humanos y proteger a los civiles en el conflicto. "La prioridad absoluta es proteger a los civiles e incrementar la ayuda humanitaria con todo nuestro capital político para una paz justa y duradera, que pasa por la solución de los estados Israel y Palestina", comentó desde Bruselas.
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