Las emisiones diarias de gases de efecto invernadero en todo el mundo disminuyeron en un 17% a comienzos de abril, cuando se endurecieron las medidas globales de confinamiento para frenar la expansión de la pandemia del Covid-19, lo que supone volver a niveles registrados por última vez en 2006.
Así lo asegura un equipo internacional de científicos en el primer análisis revisado por expertos sobre la disminución de las emisiones de carbono durante el bloqueo por el Covid-19. El estudio, publicado este martes en la revista 'Nature Climate Change', señala que la crisis del coronavirus redujo en 17 millones de toneladas las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a principios de este abril en comparación con los niveles medios diarios de 2019. En España, la caída máxima de las emisiones fue del 31,9%, en comparación con el 27% en Europa.
Las emisiones del transporte en superficie, como los viajes en automóvil, representan un 43% de la disminución registrada el pasado 7 de abril en las emisiones globales de CO2, en tanto que las de la industria y las de la energía en conjunto suman otro 43% adicional.
La aviación es el sector económico más afectado por la cuarentena, pero sólo representa un 3% de las emisiones globales o un 10% de la disminución de las emisiones durante la pandemia. El aumento en el uso de edificios residenciales por parte de personas que trabajan en casa apenas compensó marginalmente la caída en las emisiones de otros sectores.
Un análisis sobre 69 países
Los investigadores analizaron las políticas gubernamentales sobre confinamiento en 69 países responsables del 97% de las emisiones globales de CO2. En el máximo del confinamiento, las regiones responsables del 89% de las emisiones mundiales estaban bajo un cierto nivel de restricción.
Los datos sobre las actividades indicativas de cuánto se vio afectado cada sector económico por la pandemia se utilizaron para calcular el cambio en las emisiones de CO2 fósil para cada día y país de enero a abril de 2020. La disminución total de las emisiones durante la pandemia asciende a 1.048 millones de toneladas de dióxido de carbono (MtCO2) hasta finales de abril. China lidera la caída (242 MtCO2), por delante de Estados Unidos (207), Europa (123) e India (98).
Los investigadores prevén que el coronavirus reduzca este año entre un 4 y un 7% las emisiones mundiales de CO2 en comparación con 2019, dependiendo de la duración del confinamiento y el alcance de la recuperación económica.
Si las condiciones de movilidad y actividad económica previas a la pandemia regresan a mediados de junio, la disminución sería de alrededor de un 4%; si algunas restricciones continúan en todo el mundo hasta el final del año, el descenso de las emisiones de CO2 se acercará al 7%. Se trataría de la mayor caída anual desde la Segunda Guerra Mundial y es comparable a la cantidad de reducciones de emisiones anuales necesarias año tras año durante décadas para lograr los objetivos climáticos del Acuerdo de París.
Descensos temporales
El análisis también muestra que las respuestas sociales por sí solas, sin aumentos en el bienestar e infraestructuras de apoyo, no impulsarán las reducciones profundas y sostenidas necesarias para alcanzar cero emisiones netas de CO2.
"El confinamiento de la población ha llevado a cambios drásticos en el uso de energía y las emisiones de CO2. Sin embargo, estas disminuciones extremas pueden ser temporales, ya que no reflejan cambios estructurales en los sistemas económicos, de transporte o de energía", apunta Corinne Le Quéré, de la Universidad de East Anglia (Reino Unido) y autora principal del estudio.
Le Quéré sentencia al respecto: "La medida en que los líderes mundiales consideran el cambio climático al planificar sus respuestas económicas después del Covid-19 influirá en las rutas de emisiones mundiales de CO2 en las próximas décadas".
Esta investigadora apunta que "existen oportunidades para realizar cambios reales, duraderos y ser más resistentes a las crisis futuras, mediante la implementación de paquetes de estímulo económico que también ayuden a cumplir los objetivos climáticos, especialmente para la movilidad, que representa la mitad de la disminución de las emisiones durante el confinamiento".
"Por ejemplo, en ciudades y suburbios, apoyar caminar y andar en bicicleta, y la utilización de bicicletas eléctricas, es mucho más barato y mejor para el bienestar y la calidad del aire que construir carreteras, y preserva el distanciamiento social", añade.
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