Las armas de destrucción masiva han vuelto a un primer plano, y no solo de la mano de Rusia. Corea del Norte, un país pequeño del área de Asia Pacífico, es otro de los puntos conflictivos en la geopolítica mundial.
Este país es uno de los principales factores de riesgo de la región Asia-Pacífico. A ello se suman los conflictos entre China y Japón por la soberanía de las islas del mar de China Meridional, y entre China y Taiwán por la soberanía de este país.
El pasado 15 de junio, apenas horas después de que Corea del Sur y su aliado EEUU realizaran unas maniobras militares con fuego real en Pochon, al norte de Seúl, Corea del Norte disparó dos misiles balísticos de corto alcance que cayeron en el mar de Japón.
El lanzamiento de estos misiles de corto alcance, con un radio de entre 150 y 1.000 kilómetros, es el último de una serie de ensayos con los que Corea del Norte responde a un cambio estratégico en su vecino del sur. El 31 de mayo, un intento fallido de lanzamiento de un satélite espía (que se precipitó al mar al oeste de la península coreana) provocó que se disparan durante unos minutos las alertas nucleares en Corea del Sur y Japón.
La República Popular Democrática de Corea
Corea del Norte es una dictadura comunista cuyo régimen se basa en dos elementos fundamentales:
- La ideología juche, que afirma que las masas son las únicas propietarias de la revolución y la posterior construcción de su Estado. Eso implica la independencia política, la autosuficiencia económica y autodefensa militar.
- La política Songun, que da prioridad a los asuntos militares.
Estos fundamentos políticos hacen que el país esté completamente militarizado y en manos de un dictador, Kim Jong-un, que, además, presume abiertamente de esa enorme militarización.
Una buena prueba de este exhibicionismo militar es su gusto por los grandes desfiles militares. En ellos enseña al mundo a través de la televisión sus armas más presuntamente avanzadas y potentes, como el misil intercontinental Hwasong–16.
La geografía, otro elemento clave
La política de la península de Corea, dividida en Corea del Norte y Corea del Sur desde la Guerra de Corea, está definida en buena parte por su situación geográfica. Ocupa un espacio geopolítico que divide, en el paralelo 38, dos mundos enormemente diferentes.
Por un lado el norte, en donde China y Rusia tienen injerencia en la región Asia Pacífico y, particularmente, en Corea del Norte.
Por otro, el sur, donde es Estados Unidos quien tiene poder y capacidad de influencia en la zona, lo que le permite estar cerca de Taiwán y Japón.
Las grandes potencias han jugado un papel importante en su historia, especialmente tras la segunda guerra mundial. EEUU y la URSS establecieron la división actual de la península. Y esta división geográfica y política, con un norte comunista y un sur capitalista, ha provocado la constante búsqueda de independencia a ambos lados del paralelo 38°.
Una Corea del Norte nuclear
Hoy, la permanente crisis del mundo con Corea ha entrado en una nueva fase con los sorprendentes avances en el programa armamentístico y nuclear del régimen de Corea del Norte. La capacidad nuclear de este país podría estar siendo subestimada; el dictador quiere demostrar que posee un arsenal militar que lo convierte en elemento clave en la región Asia-Pacífico.
Es muy complejo separar la realidad de la propaganda norcoreana, pero expertos en la materia creen que el país ha hecho verdaderos progresos en el programa nuclear y que en poco tiempo estaría en disposición de lanzar un misil atómico intercontinental.
Desde hace menos de un decenio, Corea del Norte ha logrado algunos avances que han sorprendido a la mayoría de los expertos. Entre otros, en 2017 demostró que tiene la capacidad para lanzar un misil que podría alcanzar la costa oeste de Estados Unidos.
El gran debate consiste en saber cuándo logrará la capacidad para miniaturizar y colocar en un misil una cabeza nuclear. También, si ha conseguido fabricar una bomba de hidrógeno o es solo propaganda del régimen. Lo que nadie duda es de que lo conseguirá.
La existencia del Instituto de Armas Nucleares y el departamento de municiones del Partido de los Trabajadores de Corea son muestra de las intenciones de Kim Jong-un.
Corea del Norte y la prevención de un ataque "imperialista"
La comunidad internacional está mayoritariamente en contra del desarrollo de armamento nuclear por parte de Pyongyang. Sin embargo, el régimen norcoreano defiende una política exterior basada en su arsenal nuclear, señalando que si no fuera por él, serían invadidos por Estados Unidos.
Para ello, pone como ejemplo a Irak y Libia. Para Pyongyang, la estrategia de la disuasión nuclear es sinónimo de paz.
A qué se debe ese reiterado lanzamiento de misiles
La frecuencia de las pruebas es cada vez mayor. Corea del Norte tiende a realizar sus lanzamientos de misiles para marcar sucesos políticamente relevantes del régimen. También como señal de su descontento con los ejercicios militares realizados por Estados Unidos y Corea del Sur.
Los lanzamientos le permiten probar los misiles para desarrollar capacidades y mantener la preparación operativa. Estos ensayos le permiten perfeccionar la capacidad de alcance intercontinental con un arma de destrucción masiva que podría traer muy malas consecuencias para la humanidad.
Aunque las resoluciones del consejo de seguridad de Naciones Unidas prohíben a Corea del Norte lanzar misiles o satélites, según la ONU, Corea del Norte sigue con su plan de cinco años desde 2021, que prevé, entre otras cosas, nuevos misiles balísticos intercontinentales.
Este plan contempla, además, el desarrollo de ojivas múltiples, armas nucleares tácticas, un satélite de reconocimiento militar, drones, misiles balísticos intercontinentales y una ojiva supersónica.
Pero también hay una clave interna, y es que el país vive en momentos de dificultad económica. Así las cosas, estos lanzamientos le permiten transmitir a su pueblo que las prioridades de defensa nacional son fundamentales.
A la vista queda que la carrera armamentística es un actor impredecible que pone de relieve una situación inestable en el orden mundial.
Alfredo A. Rodríguez Gómez, Profesor. Director del Máster en Estudios de Seguridad Internacional de la UNIR, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación