El primer ministro británico, Boris Johnson, ha pasado en dos años y medio de ganar con una histórica mayoría absoluta en las elecciones del 12 de diciembre de 2019, a caer en desgracia dentro y fuera de su partido, por lo que sus críticos le acusan de desempeñar una incompetente gestión y de falta de escrúpulos.
Tras casi tres años en el gobierno, el representante conservador es conocido internacionalmente como un pintoresco personaje político, cuya imagen ha quedado muy dañada tras el escándalo de las fiestas ilegales en Downing Street en plena pandemia. Su excéntrico estilo de comunicación, las acusaciones de corrupción y, sobre todo, romper las normas anti Covid durante la pandemia, han terminado con el apoyo de sus compañeros tories.
Tras sobrevivir a una moción de censura interna, hace apenas un mes, el liderazgo del aun primer ministro de Reino Unido ha caído en picado. Las presiones internas de su partido le han obligado a dar un paso atrás después de las constantes fugas que ha cosechado estos últimos días su Gobierno, Boris Johnson ha dimitido como líder del Partido Conservador británico.
Tras la salida de Johnson se abrirá una carrera por la sucesión entre los tories de cara a la conferencia del partido en octubre, cuando la persona elegida le sustituiría como primer ministro. El final del líder europeo parece estar cerca, después de múltiples escándalos que han socavado su carrera política.
Relaciones con la UE y negociaciones del Brexit
Johnson llegó al poder con la promesa de renegociar un acuerdo con Bruselas, defendiendo una posición más dura que su antecesora, Theresa May, víctima expiatoria del Brexit y que acabó dimitiendo tras superar una moción de censura entre sus colegas tories. La estrategia del excalcalde de Londres fue muy criticada y es que Johnson llegó al Parlamento británico con la determinación de renegociar una salida del bloque europeo rápida, "con o sin acuerdo".
El 'partygate'
El momento más complicado para el periodista llegó cuando se publicaron informaciones de una fiesta de Navidad celebrada en Downing Street el 18 de diciembre de 2020, cuando el país se enfrentaba a una oleada de fallecimientos diarios en el momento más duro de la pandemia de COVID-19. En un principio, el portavoz del líder del Partido Conservador negó las acusaciones y aseguró que se habían cumplido todas las medidas pertinentes.
Tiempo después, la Policía Metropolitana de Londres anunció que se abriría una investigación sobre las fiestas celebradas en la residencia oficial y Johnson se vio obligado a admitir los hechos y pedir disculpas públicamente.
'Wallpaper Gate'
El 'partygate' no fue el único escándalo en el que Downing Street se convertía en escenario protagonista. En 2021, unas controvertidas obras realizadas en su domicilio oficial puso al líder conservador de nuevo en el punto de mira. Johnson fue acusado de infringir las normas éticas y se levantaron dudas sobre quién había costeado dichas reformas.
Cascada de dimisiones
La presión del su Gabinete ha acabado por conseguir que Boris Johnson renuncie -finalmente- como líder del partido. Tras más de 40 dimisiones en el seno de su Gobierno, en los últimos días, el primer ministro intentó aferrarse a su sillón en la bancada conservadora, pero la situación ha acabado por ser insostenible. El líder británico ha comparecido delante de Downing Street y ha anunciado su dimisión al frente del Partido Conservador.
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