La policía francesa detuvo en la noche del domingo al lunes a un hombre que está fichado por los servicios secretos por radicalización islámica y al que se le encontraron explosivos en su domicilio y la imagen en su teléfono de una bandera del Estado Islámico (EI), tal y como ha revelado este martes Europe 1. El ministro de Justicia, Jean-Jacques Urvoas, interrogado en esta emisora por el arresto del hombre de 23 años, que trabajaba con un vehículo de alquiler con conductor (VTC), se ha negado a dar detalles por considerar que no le corresponde interferir en la investigación.
En cualquier caso, Urvoas ha querido señalar que esta operación demuestra que la policía y la justicia "trabajan" y que no es verdad que "entre dos atentados no ocurre nada". En el domicilio del sospechoso en la localidad de Boissy Saint Léger, al este de la región de París, según Europe 1, citada por la agencia Efe, se requisaron dos bastones de dinamita, cables y detonadores. Elementos que estaban operativos y que estaban almacenados en condiciones peligrosas, en particular con el calor de estos últimos días.
Las fuerzas del orden fueron a por él pensando en un principio que se trataba de un ladrón que aprovechaba la información de clientes a los que conducía al aeropuerto para desvalijar sus domicilios. Pero las pesquisas cambiaron de dirección cuando se vio que tenía una bandera del EI en el teléfono, explosivos en casa y un carné de identidad robado el pasado jueves. De hecho, los investigadores tratan de determinar a quién y a qué iban destinados esos explosivos.
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