La Fiscalía federal estadounidense abrió este martes el juicio contra el supuesto narcotraficante hondureño Geovanny Fuentes Ramírez asegurando que éste colaboró durante años con el actual presidente del país, Juan Orlando Hernández, y describiendo a Honduras como un “narcoestado”.
Según los fiscales, Fuentes Ramírez operó un enorme negocio de distribución de cocaína gracias a la violencia y a sus conexiones con la policía, el Ejército y la clase política, “incluido el actual presidente de Honduras”.
En su alegato inicial, la Fiscalía aseguró que el supuesto narco se asoció con Hernández en 2013, cuando era candidato a la presidencia, y que juntos planearon enviar “la mayor cantidad posible de cocaína a Estados Unidos”.
Los fiscales ya habían adelantado supuestos vínculos entre Fuentes Ramírez y el presidente hondureño en documentos presentados previamente, pero este martes dejaron claro que esa relación será una parte clave de su caso.
“El acusado fue una parte fundamental de un narcoestado hondureño”, aseguró un representante de la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York, que adelantó que durante el juicio se presentarán pruebas de “reuniones secretas” que el supuesto traficante y el presidente hondureño mantuvieron en 2013 y 2014.
"Droga por las narices a los gringos"
En uno de esos encuentros, según los fiscales, Hernández habría declarado su intención de "meterles drogas por las narices a los gringos", en referencia a una supuesta voluntad de enviar grandes cantidades de cocaína a Estados Unidos.
Según aseguraron, el presidente hondureño recibió sobornos de Fuentes Ramírez y acceso a su laboratorio de cocaína y, a cambio, le prometió protección y cooperación.
Hasta ahora Hernández ha negado en todo momento cualquier implicación, algo que reiteró este lunes a través de Twitter, en una serie de mensajes en la que además lanzó una advertencia a Washington.
El presidente hondureño aseguró que mantendrá la "alianza internacional en lucha antinarcotráfico" hasta el final de su mandato, pero advirtió de que si los narcotraficantes, "con la llave mágica de mentiras ganan beneficios de USA por falsos testimonios, la alianza internacional colapsaría con Honduras".
Juan Orlando Hernández ha sido un estrecho aliado de Estados Unidos desde 2014, primero con el presidente Barack Obama y posteriormente desde 2017 hasta enero de este año con Donald Trump.
Su hermano, Juan Antonio "Tony" Hernández, según Estados Unidos implicado también en este caso de narcotráfico, ya fue condenado en octubre de 2019 en EE.UU. por delitos de tráfico de drogas y armas.
Geovanny Fuentes Ramírez, de 50 años, fue detenido hace un año en Miami y se ha declarado no culpable de los cargos de tráfico de cocaína y tenencia ilegal de armas.
En su alegato inicial, la defensa del acusado buscó desacreditar a los testigos que planea presentar la Fiscalía, asegurando que entre ellos hay varios delincuentes que únicamente buscan recibir un trato de favor por parte de las autoridades estadounidenses.
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