El responsable en funciones del Departamento de Seguridad Interior, Chad Wolf, ha afirmado este domingo que tiene previsto endurecer la respuesta de los responsables federales a las protestas de los últimos días en la ciudad de Portland, dado que amenazan con extenderse a otras ciudades.
"Vamos a tomar medidas adicionales a principios de la semana que viene como muy pronto", ha avisado Wolf, cuyo dispositivo ha sido acusado de realizar detenciones arbitrarias y de actuar sin identificación a la hora de contener las manifestaciones.
El responsable de Seguridad Interior ha defendido esta respuesta, tachada de ilegal por la oposición demócrata y por organizaciones por los derechos civiles, dada la virulencia de las manifestaciones.
"Vienen armados con piedras, botellas, bates de béisbol, herramientas eléctricas, fuegos artificiales, y centran su violencia en las instituciones y en los agentes federales", ha declarado Wolf, cuyo domicilio ha sido rodeado este domingo por grupos de manifestantes que exigían la dimisión de este antiguo lobbyista.
Portland, foco de las protestas raciales
Portland se ha convertido en uno de los últimos grandes focos de las manifestaciones de estas semanas contra la brutalidad policial. Cientos de manifestantes vestidos de negro se han enfrentado con la Policía, que a su vez ha calificado las protestas de "disturbios" que se han repetido en ciudades cercanas.
En este sentido, las protestas en la ciudad de Seattle durante la noche del sábado se han saldado con 45 detenciones y 21 policías heridos.
"La Policía ha realizado 45 detenciones en relación con los disturbios de hoy en el distrito este. 21 policías sufrieron heridas después de ser golpeados con ladrillos, piedras y otros explosivos", ha explicado la Policía de Seattle a través de su cuenta de Twitter.
El cuerpo policial ha detallado que la mayoría de los agentes pudieron volver a sus puestos. "Uno de ellos ha sido tratado en el hospital por una lesión en la rodilla", ha añadido.
Daños con explosivos
Alrededor de 2.000 personas se han reunido en el centro de la ciudad, cerca del barrio del Capitolio, donde se han ido desarrollando las protestas tras la muerte de George Floyd a manos de la Policía.
Los agentes han informado de que algunos manifestantes han roto ventanas de coches y de diferentes negocios. Además, están investigando posibles daños causados por un explosivo, según informaciones del diario local The Hill.
La muerte de George Floyd tras pasarse casi nueve minutos con su cuello aprisionado por la rodilla del agente de Policía Derek Chauvin desató protestas y disturbios en las principales ciudades de Estados Unidos, en un movimiento que ha ido creciendo y se ha expandido en todo el mundo en contra del racismo.
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