"Soy cubano y quiero asilo político". Esa es la frase mágica que miles de cubanos nacionalizados españoles (familias enteras) -a los que el Gobierno de Zapatero les 'regaló' un pasaporte español acogiéndose a la Ley de Memoria Histórica- están formulando en los puestos fronterizos de EE.UU para residir de forma permanente en aquel país. Antes de pisar tierra estadounidense los inmigrantes, bajo la apariencia de turistas, hacen desaparecer su pasaporte español. Su objetivo es acogerse a la Ley de Ajuste Cubano de 1996, mediante la cual los nacidos en la isla que pisen EE.UU., se convierten al año y un día en residentes.
El imaginario teléfono rojo entre los Gobiernos de España y Estados Unidos situado en el Ministerio de Asuntos Exteriores no deja de sonar desde hace meses. No es para menos. Con el pasaporte español recién obtenido cientos de cubanos llegan a los aeropuertos de Miami, Nueva York, Los Angeles y las fronteras con México y Canadá bajo la apariencia de españoles para pedir asilo político en EE.UU. Eso sí, en la frontera presentan su carné de identidad cubano para acreditar que nacieron en la isla. Fueron españoles sólo un ratito.
En el Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security) y en el Servicio de Ciudadanía e Inmigración que ejercen el control de las fronteras en aquel país han detectado el uso fraudulento del pasaporte español ya que las compañías aéreas tienen la obligación de comunicar la relación de pasajeros y sus nacionalidades días antes que el avión aterrice en los aeropuertos norteamericanos.
Parecía claro que la diáspora de cubanos a EE.UU bajo la apariencia de españoles por un día se iba a producir.
Todo comenzó en 2007 cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidió otorgar la nacionalidad española con la aplicación de la Ley de Memoria Histórica. Se debía verificar que los solicitantes eran hijos de padre o madre originariamente españoles o de nietos de personas que tuvieron que renunciar a su nacionalidad al verse obligados a exiliarse de España. Se presentaron más de 500.000 solicitudes, de las que alrededor de 140.000 fueron de cubanos residentes en la isla. El 95,2% residía en Latinoamérica siendo los consulados de La Habana y Buenos Aires los que más pasaportes entregaron.
Parecía claro que la diáspora de cubanos a EE.UU bajo la apariencia de españoles por un día se iba a producir. Así ha sido. El objetivo de los emigrantes cubanos siempre ha sido vivir en Estados Unidos. Allí residen 1.241.685 en los 50 estados, la gran mayoría en Miami, donde, según los datos del censo de 2007, residían 833.120.
El problema del cubano siempre ha sido como pisar suelo estadounidense. Es la única nacionalidad que tiene privilegios en aquel país. Desde 1996 todo cubano, su cónyuge o hijos menores de 21 años, pueden obtener la residencia permanente después de permanecer físicamente en el país por un año. Los requisitos son sencillos: probar que eres cubano y entrar legalmente en Estados Unidos, algo que se consigue con el pasaporte comodín español, que es usado de forma fraudulenta.
Rutas alternativas para no embarcar en el aeropuerto de Barajas
A los ingeniosos cubanos, hartos de soportar la dictadura de los hermanos Castro, se les encendió el bombillo, como dicen en aquel país. Con el pasaporte español se les abría la puerta del 'paraíso'. Era sencillo se compraba un billete de ida y vuelta desde España, aterrizaban en Miami y, tras eliminar el pasaporte español por el retrete del avión, solicitaban asilo político en la frontera. En 8 horas de vuelo renunciabas a ser español para volver a ser cubano. Sólo hacía falta presentar al funcionario de inmigración el carné de identidad cubano.
Pero las autoridades estadounidenses dieron la voz de alerta a las españolas. Los aeropuertos de Miami y Nueva York se habían convertido en un coladero. La solución era buscar rutas alternativas. Ahora familias de cubanos nacionalizados utilizan cualquier aeropuerto español para llegar a París, Londres. Lisboa, Düsseldorf... y de allí volar para aterrizar en suelo estadounidense. Otra ruta es La Habana-George Town (Islas Caimán)-Miami.
“En Barajas realizaron una pre-revisión. Me preguntaron si trabajaba, si tenia familia. Me dijeron que era un probable emigrante y me denegaron la entrada a EE.UU. Después recibí un correo electrónico con la modificación del ESTA”. El ESTA permite determinar si un individuo es elegible o no para entrar en Estados Unidos bajo el programa de exención de visa. Miles de relatos en internet confirman el trampolín de están usando los cubanos para llegar a territorio estadounidense.
“Viajé de Madrid a la frontera de Tijuana y pedimos asilo político con nuestros documentos cubanos. Fue sencillo”
Pero como muchos no se fían de la 'migra' han decidido usar la vía terrestre. Es muy sencillo. Una aparente semana de vacaciones en México (principalmente en Cancún) es el primer paso para llegar a la frontera de Tituana/San Diego, Baja California, Tamaulipas/Texas o cualquier otro paso fronterizo. Allí sólo hay que decir las palabra mágicas: “Soy cubano y quiero asilo político”. Mientras se tramita el asilo, un proceso lento y farragoso en EE.UU, ya ha pasado un año por lo que se acogen a la Ley de Ajuste Cubano.
Privilegios a los cubanos en Estados Unidos
Además, EE. UU siempre ha sido generoso con los refugiados cubanos. En sus primeros meses reciben dinero en efectivo, cupones para la adquisición de alimentos (food stamps), asistencia médica (Medicaid) -algo que no tienen 50 millones de estadounidenses- vacunas y chequeo médico gratuito, así como su número de la Seguridad Social, que será su identificación de por vida. El Gobierno norteamericano les paga durante un año las clases de inglés y la casa donde vivirán. Después les asigna el Estado en el que deberán residir como por ejemplo Iowa donde sólo viven 750 cubanos, Montana (285) o Nebraska (850).
Pero la prolongada crisis en España también ha provocado una salida masiva de cubanos a ciudades estadounidenses. Es el caso de Alain G., 44 años, que desde hace seis meses vive en San Diego. Después de vivir 10 años en Valencia, trabajando en el sector de la construcción, decidió dar el salto. “Viajé de Madrid a Cancún con mi esposa cubana y mis dos hijas. De allí fuimos a la frontera de Tijuana, donde pedimos asilo político con nuestros documentos cubanos. Fue sencillo”, relata. “Me fui porque no tenía trabajo ni expectativas. La situación en España era insostenible”. Otros tres amigos suyos con sus familias han tomado la misma decisión.
124.812 cubanos residen en España. A pesar de la crisis económica el número de ciudadanos de ese país ha aumentado en 5.000 desde 2012. De ellos 68.000 ya han conseguido la nacionalidad. La cifra de cubanos residentes se ha disparado, sobre todo, tras los 'papeles para todos' que impulsó el Gobierno socialista. En 1998 sólo vivían 31.000 cubanos en nuestro país. En la actualidad 3.266 cubanos cobran una prestación o un subsidio por desempleo.
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