Internacional

Europa se encomienda a Berlusconi

El inmortal líder de Forza Italia es el as moderada y europeísta que se guarda Bruselas para poder frenar el ultranacionalismo de Giorgia Meloni

Cuando era presidente del Milán, Berlusconi llegaba en helicóptero a la Ciudad Deportiva de Milanello. Sonaba la Cabalgata de las Walkirias de Wagner, y pedía a los entrenadores -si el domingo anterior habían ido mal las cosas- que pusieran dos delanteros. Con Sacchi jugaban Gullit y Van Basten, con Capello lo hacían Savicevic-Massaro, con Ancelotti, Inzaghi-Shevchenko y con Allegri, Ibra y Robinho. Decía que el éxito llegaba a través del atrevimiento y la belleza. No por casualidad compró el Monza, un club heroico que nada más debutar en Serie A ya se ha cargado a la Juventus. Arriba, lógicamente, juegan Mota Carvalho y Caprari. La ciudad le adora.

Allí, en el colegio uninominal, se ha impuesto con el 50,31% a Federica Perella (centro izquierda). Esto significa la vuelta de Silvio Berlusconi al Senado nueve años después de ser expulsado por la condena de fraude fiscal. 

El éxito es infinito para Il Cavaliere, uno de los grandes triunfadores de las elecciones italianas. Cuando afronta su novena campaña electoral y está a punto de cumplir 86 años, lo cierto es que está en plena forma: seducido por el encanto de Tik Tok (600.000 seguidores en un mes), eufórico con el escaño de Forza Italia atrapado por su novia (Marta Fascina, 32 años) en el Parlamento de Sicilia, pero sobre todo por su botín del 8% en el seno de la coalición.

Eso le permitirá asumir una importante cadena de mando interna -quizás suplantando a Salvini- y erigirse en la gran esperanza de la Unión Europea, temerosa que corran vientos ultranacionalistas en uno de sus países fetén. "Nuestro bloque es sólido. Lo fundó Berlusconi en el 94. No tenemos ningún tipo de prejuicio hacia Giorgia Meloni, pero él será el director lógicamente", comentó, con cautela tras los primeros escrutinios Antonio Tajani, expresidente del Parlamento Europeo y vicepresidente de Forza Italia, el ala centrista y moderada, quizás la más fiable para los socios geopolíticos y los mercados, que este lunes amanecieron tranquilos en lo que respecta a Italia. Y es que pese a que Christine Lagarde -presidenta del FMI- dice que la economía frenará, la Bolsa de Milán subió ligeramente y se estima que la prima de riesgo no supere los 250 puntos hasta finales de año. Es lo que tiene Italia, experta en la supervivencia.

'Golden Share' en la coalición

La vida política le vuelve a dar otra oportunidad al Biscione, apodado así por el logo distintivo de Fininvest y las empresas del grupo Silvio Berlusconi. Entre ellas, además de Mondadori o Mediaset está el diario Il Giornale, fundado por Indro Montanelli. En su editorial de este lunes, el director Augusto Minzolin subrayaba precisamente cómo la OTAN y Bruselas quedaban más tranquilas con la presencia del líder forzista dentro del próximo gobierno, que podría estar operativo en un máximo de dos meses. 

Esta garantía del europeísmo durante los próximos años en Palazzo Chigi también la manifiesta Corriere della Sera, donde brillan unas palabras del propio Berlusconi: "El objetivo es tener una Golden share dentro del bloque de centro derecha, un eje eficaz para las relaciones diplomáticas e internacionales". Porque ahí, Silvio, se mueve como un caimán. Ahora y siempre, ya que en el pasado se reunió en innumerables ocasiones con líderes como Chirac, Arafat, Netanyahu o Merkel, entre otros. Sin olvidar cuando consiguió que Bush y Putin se dieran la mano en 2002. 

"Meloni nos libera de la izquierda, así como hizo él hace catorce años. El centro derecha gana las elecciones y obtiene la mayoría en el Parlamento”, recoge Alessandro Sallusti en la portada del diario conservador Libero, que exige el importante papel del cuatro veces Premier como garante ante Europa y el mundo. 

Hay una sátira, firmada por la fina pluma de Antonio Padellaro (Il Fatto Q.) que termina así: “Mientras tanto, en Roma, el jefe de gobierno comienza la reforma constitucional del presidencialismo, ocasionando una inevitable dimisión de Sergio Mattarella, sustituido en funciones de Jefe de Estado por Silvio Berlusconi, elegido directamente por el pueblo”. Su hipotético corolario sería en la colina del Quirinal, que ni siquiera pudo alcanzar Giulio Andreotti. Silvio Presidente de la República.

La realidad es bien distinta. Está en ver si engatusa a Von der Leyen y consigue salvar, junto la ayuda del viejo tiburón Galliani, a su querido Monza. Entre bastidores dicen que sueña con un trío de atacantes remember para el banquillo: Pato, Cassano y Papin. Siempre le gustaron los Balones de Oro. 

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