La Unión Europea ha convocado este martes a la embajadora de Venezuela ante las instituciones comunitarias, Claudia Salerno Caldera, en respuesta a la decisión del régimen de Nicolás Maduro de expulsar de Caracas a la embajadora de la UE en aquel país, Isabel Brilhante Pedrosa, por las nuevas sanciones impuestas por el bloque contra altos cargos venezolanos.
El Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ya adelantó a primera hora que el bloque estudiará medidas "de reciprocidad" por la salida de su representante diplomática en Venezuela, y una de sus portavoces ha confirmado más tarde que el primer paso va a ser "convocar hoy mismo" a Salerno.
La Unión Europea no tiene competencias para expulsar al embajador de un país tercero de ninguno de los Estados miembro, ya que la relación diplomática es una cuestión exclusiva de los países y, en este caso, la expulsión de la embajadora venezolana solo podría producirse por decisión de Bélgica.
"La Unión Europa y sus Estados miembro estamos considerando cuáles son las medidas apropiadas en respuesta a los hechos en curso, en concreto vamos a convocar al embajador del régimen de Maduro ante las instituciones hoy mismo y, a partir de ahí, veremos qué medidas le pueden seguir", ha resumido en una rueda de prensa en Bruselas la portavoz comunitaria Virginie Battu-Henriksson.
"Todas las medidas que socavan el trabajo diplomático en tal situación solo contribuirán a aumentar la tensión y pondrán en duda el camino hacia una salida de la crisis en paz y de carácter político", ha añadido la portavoz.
La Unión Europea, además, ve el ultimátum de 72 horas a la embajadora europea para que abandone Caracas como un gesto que "contribuye a aislar aún más" el régimen de Maduro a nivel internacional, aunque el bloque "es y seguirá siendo muy activo" en la búsqueda de una solución democrática con elecciones "libres y creíbles".
Una expulsión posible
En materia de relaciones diplomáticas, los Veintisiete aplican el artículo 9 de la Convención de Viena que prevé "una única modalidad" para responder como bloque a la expulsión de uno de sus representantes en el exterior y es que el jefe de misión o diplomático afectado sea declarado 'persona non grata'.
Este paso político requiere el acuerdo unánime de los Veintisiete, tal y como sucedió en diciembre del pasado año en el caso de Benín, cuando los Estados miembro decidieron formalmente declarar 'persona non grata' a su embajador ante las instituciones comunitarias en represalia por la expulsión del jefe de la delegación de la UE en este país.
Este nuevo pulso diplomático entre Caracas y la UE se produce horas después de que los Estados miembros acordaran sanciones contra el presidente electo "de forma ilegal" de la Asamblea Nacional, Luis Eduardo Parra, y otra decena de altos funcionarios, incluidos varios vicepresidentes de la Asamblea Nacional y fiscales.
Con esta nueva decisión se eleva a 36 el número total de autoridades venezolanas sobre las que el bloque comunitario ha impuesto medidas coercitivas como la congelación de haberes y la prohibición de entrada en territorio de la UE.
"Vamos a ordenar nuestras cosas con la Unión Europea y vamos a ir paso a paso y ya basta y si no nos quieren que se vayan, si no respetan a Venezuela que se vayan, a Venezuela hay que respetarla como integridad, como nación", ha reaccionado Maduro, horas después, cuando ha comparecido para anunciar que daba 72 horas a la embajadora europea para abandonar el país.
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