Internacional

La UE acaricia un pacto para vetar el petróleo ruso dejando fuera el oleoducto de Hungría

Orbán ve insuficiente la propuesta y Von der Leyen cree que llevará más tiempo el acuerdo

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea intentarán este lunes cerrar un acuerdo político que desbloquee el sexto paquete de sanciones contra Rusia y permita embargar el petróleo importado por vía marítima -unos dos tercios del comprado por los países de la UE-, si bien dejarán para una segunda fase sin calendario preciso el veto al crudo que llega por el oleoducto que abastece a Hungría y Eslovaquia para salvar las reservas al acuerdo del Gobierno de Viktor Orbán.

Finalmente las sanciones llegarán a la mesa de discusión de los líderes tras los avances logrados a nivel de embajadores durante las últimas horas, según han informado distintas fuentes diplomáticas, con el objetivo de mostrar la "unidad" del bloque y poder cerrar "en días" el acuerdo formal que permita prohibir las importaciones de petróleo por vía marítima, tanto crudo como refinado.

"El sexto paquete de sanciones está sobre la mesa desde hace semanas y creo que las próximas horas es el momento de tomar decisiones, de dar un paseo adelante", ha declarado el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, a su llegada a la reunión extraordinaria en Bruselas. El ex primer ministro belga ha dicho que se han conseguido "avances en las últimas horas" que responden a las "sensibilidades y preocupaciones" de algunos de los socios, por lo que ha confiado en que en esta cita se dé el "momento de la verdad" que permita a la UE mostrar su "fortaleza".

Asegurar el suministro

Menos optimista se ha mostrado la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, al indicar que no tiene "expectativas" de acuerdo "en las próximas 48 horas" porque aún no está "maduro" el consenso, si bien ha matizado que espera que la solidaridad del bloque permita un acuerdo poco después. El acuerdo sobre el que trabajan a Veintisiete incluye "algunas excepciones temporales" con las que asegurar el suministro de combustible a los Estados miembro más dependientes a través del oleoducto de Druzhba, lo que en la práctica supone eximir a Hungría, Eslovaquia y República Checa del embargo de manera indefinida, según han explicado diversas fuentes europeas.

Así, el embargo se contempla en "dos fases" de modo que quede aplazado a más adelante concretar la prohibición de importar por oleoducto, algo que los socios quieren que ocurra "tan pronto como sea posible", según un alto funcionario europeo, pero que no queda plasmado con un calendario concreto en el texto legal que redactan las delegaciones.

El oleoducto de Druzhba es uno de los más grandes del mundo y abastece a media docena de países de la Unión Europea, si bien la exención se contempla como una medida para salvar el rechazo de Hungría a las sanciones y beneficiará también a Eslovaquia y República Checa.

Polonia y Alemania, que también se abastecen por este gasoducto, han expresado su compromiso de aplicar las sanciones de manera total y cortar de aquí a finales de año todas las importaciones de petróleo ruso, han indicado fuentes europeas. Sobre la segunda fase, más controvertida también por el temor de socios como Países Bajos o Italia a que este trato privilegiado distorsione la competencia en el mercado energético europeo, el trabajo llevará más tiempo hasta que se materialice. Fuentes diplomáticas añaden que llevará "varias semanas" resolver las cuestiones planteadas por las delegaciones húngara y eslovaca.

Orbán ve insuficiente la propuesta

En todo caso, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha avisado a su llegada a la cumbre que considera insuficiente esta propuesta porque, a su juicio, no ofrece garantías suficientes de que Hungría tendrá asegurado el suministro en caso de que algo falle en el oleoducto exento de las sanciones. "Necesitamos garantías de que en caso de un accidente en el oleoducto ruso a través de Ucrania tendremos el derecho a obtener petróleo ruso por otras vías, si lo tenemos estará bien", ha razonado, para reclamar "soluciones antes que sanciones" y achacar Bruselas la responsabilidad de la falta de acuerdo.

"Si cada país europeo solo piensa en sí mismo nunca avanzaremos. Letonia ha sido muy dependiente de las importaciones de energía rusa, estamos cortando con esto y no tenemos problemas con ello. Es solo dinero, los ucranianos están pagando con sus vidas por ello", ha reivindicado, por contra, el primer ministro de Letonia, Arturs Krisjanis Karins.

La primera ministra de Finlandia, Saana Marin, también ha expresado a su llegada a la reunión la disposición de su Gobierno de dar luz verde a las sanciones del sexto paquete, al tiempo que advertido de que el acuerdo debe ser "lo suficientemente fuerte para que afecte a la economía rusa".

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