Paul Manafort, exjefe de campaña del presidente de EEUU, Donald Trump, se enfrenta a "la posibilidad real de pasar el resto de su vida en prisión" debido a la gravedad de los cargos que pesan contra él, según una orden de un juez del distrito este de Virginia.
En una orden a la que accedió hoy Efe, el juez Thomas Selby Ellis III del distrito este de Virginia determinó que Manafort debe continuar en arresto domiciliario en su vivienda de Alexandria (Virginia), donde lleva recluido desde su entrega al FBI el 30 de octubre de 2017.
Además, Manafort deberá seguir llevando una pulsera electrónica que permite al Gobierno conocer su localización en todo momento mediante un sistema de GPS.
El juez determinó que es necesario mantener a Manafort bajo arresto domiciliario y en un "régimen de encierro de 24 horas al día" porque es un hombre "de gran riqueza" con los medios financieros y las conexiones internacionales para huir a otro país con el objetivo de escapar de la Justicia.
Además, según el magistrado, Manafort tiene "todos los incentivos" para huir.
"Especialmente, debido a la naturaleza de los cargos y el aparente peso de las pruebas contra él, el acusado se enfrenta a la posibilidad real de pasar el resto de su vida en prisión", añadió el magistrado, cuyas apreciaciones sobre la pena a Manafort son significativas, pero carecen de peso legal.
Dos procesos judiciales
Manafort afronta dos procesos judiciales diferentes: uno en la corte del Distrito de Columbia, donde podría ser condenado a 20 años de cárcel, y otro en la corte del distrito este de Virginia, donde la pena asciende a 10 años y donde pudo ser acusado de fraude bancario porque tiene una vivienda en ese estado.
La lógica del juez tiene que ver con la edad del acusado, ya que cuenta con 68 años, por lo que de ser encontrado culpable de los cargos que se le imputan con la pena máxima es improbable que sobreviviera a sus años en prisión.
El juicio contra Manafort comenzará en Virginia el 10 de julio, mientras que el inicio del proceso en el Distrito de Columbia está fijado para el 17 de septiembre, apenas dos meses antes de las elecciones legislativas de noviembre.
En ambas cortes, Manafort se ha declarado no culpable de todos los cargos que ha presentado en su contra el fiscal especial, Robert Mueller, que desde mayo de 2017 investiga si el Kremlin y miembros de la campaña de Trump se coordinaron para influir en el resultado de las elecciones de 2016.
Según Mueller, Manafort creó una "red de entidades y cuentas bancarias" en diferentes países para ocultar hasta 75 millones de dólares que obtuvo del Gobierno prorruso de Víktor Yanukóvich en Ucrania (2010-2014) y de otros oligarcas rusos, a los que ayudó, por ejemplo, a mejorar su imagen en Estados Unidos.
Además, Manafort supuestamente llegó a pagar a "antiguos políticos europeos de alto rango" para que tomaran decisiones favorables a Ucrania, a pesar de que sus actividades debían ser independientes.
El proceso contra Manafort es producto de la investigación de Mueller sobre los supuestos lazos entre Rusia y miembros de la campaña de Trump, pero no está relacionada directamente con las actividades que Manafort desempeñó entre mayo y agosto de 2016 como jefe de la campaña de Trump.
Manafort tuvo que dimitir tras descubrirse que había ocultado a las autoridades un pago de 12,7 millones de dólares que recibió por asesorar al ex presidente ucraniano Víktor Yanukóvich, vinculado a Rusia.