Internacional

Despedida tras ser pillada fumando y cargando de bolsas al discapacitado del que debía cuidar

    

El gesto de dolor del anciano discapacitado que aguanta como puede las bolsas en su silla de ruedas estremece. No tanto por haberse visto reducido a un mero mueble con colgador, sino por la pasividad con la que la mujer británica que debía cuidar de él parece disfrutar de cada calada mientras conversa con alguien al otro lado de la línea. 

Tal vez fuera un querido, o algún familiar del hombre al que había aparcado en la esquina de ese mugriento soportal de Leicester (Reino Unido), esperando quizás a que dejase de llover. Charlotte Shaw -así se llama la joven que fotografió la miserable escena- decidió difundir la instantánea en redes sociales y ha logrado que los responsables de Mencap, la ONG para la que trabajaba, prescindan de los servicios de la mujer. Más de 63.000 personas ya han compartido este retrato de la crueldad humana.

"Estamos indignados con lo que se ve en la foto. Tras verla hemos actuado de manera inmediata, y hemos suspendido a la trabajadora en cuestión e informado a la autoridad local competente. Nos tomamos el bienestar de la gente a la que ayudamos con mucha seriedad, y formamos a nuestro personal y esperamos de él que proporcione cuidados de alta calidad y servicios de apoyo. Lo que vemos aquí es muy inferior a nuestros estándares", respondían desde la ONG en su muro de Facebook.

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