Internacional

Fragatas, 'mili' obligatoria y drones: ¿Cuál es el techo del rearme militar de Marruecos?

El país magrebí ha disparado su presupuesto en defensa en los últimos años para alzarse como una potencia militar en el Norte de África frente a la hegemonía argelina. Las relaciones con EEUU e Israel, claves en el rearme de Rabat

Marruecos contará con un buque de guerra español en sus filas. Se trata de la primera venta de un patrullero al país alauita desde 1982. La operación, adelantada por Vozpópuli, se produce en plena política de rearme marroquí. Rabat ha dedicado millones de dólares en el último lustro y un hábil esfuerzo diplomático para reforzar a sus tropas con drones de vigilancia israelíes y demás armamento extranjero. El aumento de su factura militar también se debe a la recuperación del servicio militar obligatorio.

El país alauita lleva más de una década elevando su gasto militar. Las cifras hablan por si solas: en 2022, el presupuesto en defensa se ha situado en unos 4.800 millones de dólares, un 57% más que en 2009 (3.055 millones). El verdadero salto presupuestario llegó en 2017, cuando el país inició un ambicioso plan a cinco años (2017-2022), valorado en más de 20.000 millones de dólares, para modernizar sus tropas. Mohamed VI tiene un 'sueño': desbancar a Argelia como principal potencia militar de la región, contener al Frente Polisario e impulsar una industria de defensa propia. La modernización de las Fuerzas Armadas es una de las claves para que Marruecos pueda alzarse como una potencia regional. Sus aspiraciones no se limitan al Magreb; Rabat también quiere ser determinante en el Mediterráneo Occidental, con todas las implicaciones que esto tendría para España.

Alianzas con EEUU e Israel para desafiar a Argelia

Rabat ha utilizado la carta diplomática para impulsar su política de rearme. Cuenta, por ahora, con un 'superaliado': Estados Unidos. Compra armas a países como Israel o Francia y se sospecha que Arabia Saudí le financia algunas de estas operaciones. Pese a ello, Argelia conserva su primacía militar en el Norte de África, aunque no siempre fue así. Durante los primeros años de los 2000 existía un equilibrio armamentístico entre los dos países. Los argelinos, sin embargo, aprovecharon los márgenes conseguidos con la venta de hidrocarburos para aumentar su gasto militar. En 2019, Argel dedicó 10.400 millones de dólares, frente a los 3.721 que destinó Marruecos aquel ejercicio. En cualquier caso, en los últimos años, el presupuesto militar argelino se ha mantenido relativamente plano.

Realmente, Rabat y Tel-Aviv han mantenido relaciones informales sobre cuestiones políticas, económicas y de seguridad desde los años 60. Pero fue en diciembre de 2020 cuando Marruecos comenzó a normalizar las relaciones con Israel. A cambio de este gesto, la administración Trump reconoció la marroquinidad del Sáhara Occidental. Desde entonces, Washington se ha consolidado como el gran proveedor militar de Marruecos en África. Esta sintonía se plasmó en una hoja de ruta para cooperar en defensa durante la década actual. La cooperación militar entre Rabat y el Estado hebreo también se ha estrechado, como demuestran las compras de drones israelíes.

Cazabombarderos, drones, tanques, helicópteros...

El arsenal adquirido por Marruecos en estos últimos años es rico y variado. El informe 'Marruecos, el estrecho de Gibraltar y la amenaza militar sobre España', publicado por el Instituto de Seguridad y Cultura en abril de 2021, sostiene que las compras realizadas por el Reino alauita han resuelto "grandes carencias tradicionales de la defensa marroquí", como su "limitada" defensa aérea para la protección de las fuerzas terrestres o la carencia de medios antiaéreos y antisubmarinos para su flota costera.

Rabat se ha hecho en este tiempo con cazabombarderos estadounidenses F-16 Block 50/52, con sistemas de artillería cohete y antiaérea chinos, con buques de superficie franceses y holandeses, así como con carros de combate M1A1 Abrams, helicópteros de combate AH-64 Apache, cazas F-16 Block 70/72 y demás armamento anticarro, según el citado informe.

Las Fuerzas Armadas marroquíes también cuentan ahora con nuevos sistemas de radar, varios modelos de drones e incluso aviones Gulfstream G550 de inteligencia electrónica. Además de los drones israelíes, Rabat también ha comprado sistemas antiaéreos de corto alcance franceses y drones estadounidenses MQ-9B Sea Guardian. La superioridad aérea es un aspecto clave para un ejército de primer nivel. Y, por ahora, Marruecos no la tiene. "En un conflicto armado, sin superioridad aérea, muy difícilmente puedes imponer tus objetivos", explica a Vozpópuli Mario Guillamó, analista de la revista Ejércitos y coautor del citado informe publicado por el Instituto de Seguridad y Defensa.

El 'músculo' aéreo marroquí, según el experto, es inferior al de España o Argelia. Se cree que el país magrebí podría tener como objetivo final la creación de un sistema de defensa aérea A2/AD. La construcción de una zona de 'denegación aérea' haría que cualquier fuerza enemiga corriera el riesgo de ser derribada al entrar en un determinado espacio aéreo. Esta tecnología, en todo caso, es muy compleja y Rabat sólo podría contemplarla a largo plazo. Por otro lado, Marruecos también ha recuperado el servicio militar obligatorio y ha mejorado los salarios del personal militar. El plan 2017-22 también contempla el impulso de Marruecos como fabricante armamentístico.

¿Seguirá Marruecos elevando el gasto militar?

Todavía no se conoce públicamente el gasto militar de Marruecos para 2023 ni sus intenciones para los siguientes cursos. El informe del Instituto de Seguridad y Cultura calculó en 2021 que las "política económica y comercial de Marruecos, mucho más inteligente que la de Argelia, podrá sostener un mayor gasto en defensa futura". Pero hay que contextualizar esta afirmación. En primavera del año pasado, ni había estallado la guerra en Ucrania ni existían dudas sobre la apuesta de EEUU por Marruecos como socio prioritario en el continente africano.

Con Biden como inquilino de la Casa Blanca, esta clara apuesta por una relación bilateral con Rabat no se ve de forma tan clara como con Trump, según Guillamó. Esto no quiere decir que Washington vaya a dar marcha atrás -están los Acuerdos de Abraham por medio-. En este sentido, el analista insiste en que una cosa es la venta de armamento y otra el uso que el cliente haga de ese material bélico. Algunas ventas incluyen cláusulas que, en caso de que el cliente quiera utilizar el arsenal, le obligan a pedir permiso al vendedor. Si Rabat decidiera actuar de forma unilateral y empleara armas estadounidenses contra Argelia, también estaría comprometiendo a EEUU.

Guillamó también remarca que la guerra en Ucrania hará que los Estados se replanteen sus compras de armamentos, más allá del impacto en el 'stock' actual de la industria.

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